A Beautiful Deception [KaynxTaliyah]

36.Lazos que unirán una familia y el futuro.

Narradora

Taliyah despertaba lentamente de su sueño, podía sentir como su pareja la abrazaba más haciéndola reír, desde el día anterior que no la dejaba de abrazar fuerte, ya que había una gran razón.

— No me quiero ir Tali...— Susurro algo triste.

Ya había pasado la semana y no tardaría en volver Yin, aunque Taliyah tampoco quería que se fuera era un trato con su hermana y debía cumplirlo o ella jamás volvería a confiar en el.

— Vamos Shieda, podrás volver a quedarte alguna otra semana, Yin es muy equitativa y comprende lo que quieres, además no está en tu contra.— Se burlo tratando de despertar por completo.

— Pero quiero quedarme aquí...— Respondió de nuevo.

— Shieda... Lo siento si no pudimos hacer nada de lo que querías... Tal vez haya otra oportunidad en otro momento.— Escucho el suspiro de su novio quien no parecía satisfecho.— Aún puedes irte con otra mujer, no es tarde.—

— ¿Bromeas? ¿Y abandonarte? Puedo ser alguien insensible muchas veces pero una vez que obtengo algo es solo mío.— Kayn parecía muy enojado haciendo reír a Taliyah.

— ¿Que opinan tus padres sobre esto?— Aquella pregunta sorprendió al actor.

— Sinceramente, a ellos les debe importar poco con quién esté, supongo que... Espero solo no juzguen a Sienna, ya que no es mi hija me estoy haciendo responsable por algo que no me incumbe.— La morena solo suspiro y se levantó, aún no era el momento correcto.— Hey, ¿Porque te vas? Quería disfrutar un poco más de nuestro momento.—

— Tienes que prepárarte, debes de ir a trabajar y no puedo simplemente dejar que te conviertas en alguien flojo solo por mi.— Bufo la morena para después reír un poco.

Aquel pelinegro no tuvo otra opción que levantarse de mal humor, pero sabía que debía hacerlo. Los dos se prepararon, Kayn pensaba que su novia vendría de nuevo pero no parecía de esa manera.

— ¿No iremos juntos?— Pregunto aquel actor en la puerta.

— No, no te preocupes, quiero limpiar la casa y debo acomodar tus cosas, además de que Yin llegará con hambre, ¿Puedes ir sin nosotras?— Pregunto Taliyah con una sonrisa.

— Lo haré por esta vez pero la próxima vendrán las dos.— Respondió.

El estaba a punto de irse cuando decidió volver, tomo a Taliyah del rostro con su mano y la acercó para besarla, después acaricio la cabeza de Sienna para irse, las dos chicas solo sonrieron armoniosamente.

— Tu padre es alguien muy agradable, tienes suerte de tener un gran padre.— Taliyah elevó a su pequeña haciéndola reír.

Las dos comenzaron su día como cualquiera, Sienna veía alguna caricatura o jugaba con su madre limpiando, a veces hasta jugaban las dos a una pequeña lucha, pero por un momento las dos estaban leyendo.

— El... El... Conejo... Salto... Salto la valla.— Comento Sienna emocionada pues había acabado una frase.

— Bien hecho, aprendes muy rápido, se que serás buena en estudiar... Aunque... ¿Debería de enseñarte otro idioma?— Se preguntó algo confundida aquella madre.

De pronto la puerta sonó, eso alertó a las dos chicas que decidieron ir a ver quién era, al abrir la puerta para su sorpresa era Yin quien era muy feliz.

— Mis lindas damas.— Saludo aquella actriz abrazando a su familia.

— ¡Tía!— Grito feliz Sienna correspondiendo el abrazo.