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Dean

Trago saliva, eran tantas emociones recorriendo mi interior.

Mi propio alfa estaba casi chillando, exigiendo que regresara de vuelta con nuestra pareja.

— ¿Dean?-Miro a mi padre sus ojos color ambar me miraban de esa forma fija y suelto un sollozo sintiéndome tan expuesto a el.

— Lo amo — susurro finalmente después de haber contado todo aquello, bajo la mirada atenta de mi padre, quien mostró un poco de decepción de haberme metido en esos lugares peligrosos — daría mi vida por el, si es necesario para mantenerlo a salvo estaría lejos de el.

Mi papá Omega me abraza y siento las lágrimas resbalarse por mis mejillas, rodeo su cintura sollozando de nuevo, sintiendo la angustia.

¿Por que dolía tanto?

— Esa maldita — masculla.

Sorbo mi nariz.

— ¿Donde está Dante?— sus ojos lucen preocupados. —Cariño, ¿donde dejaste a tu alfa?

Mi corazon se acelera cuando escucho su nombre y lo segundo.

Mi alfa.

Dante era mi alfa.

La angustia pasó por mi pecho y jadeo de dolor.

— Está en nuestra casa — respondí apenas y se perfectamente que ya es lo único que puedo llamar "nuestro" Y pase saliva duro. De nuevo, sintiendo el miedo abundar después mi pecho.

Intento mantener la calma, sintiendo aún más ansias, los nervios estaban en mi cuerpo mientras estaba temblando.

— ¿Hijo ... Desde cuándo llevan está relación?- su voz había sonado suave con mucha duda. — Dean — papá me llama.

Suspiro.

— Papá... Desde que.. Diosa.

El frunce el ceño.

— Tie-

Se queda callado.

Creo que ya lo entendió.

— Ocho años — murmura y asiento —¡Ocho años y ni siquiera se atrevieron a decirlo! ¡Acaso son unos expertos en ocultarlo! Oh dioses cariño, cuanto debieron pasar.

Suspiro sintiendo mi pecho doler.

— Eso es un asco — dije después, tomando aire, sintiendo un mal sabor de boca a los minutos y mi boca hizo una nueva notoria — hace unos días era todo normal... —una lágrima resbala por mi mejilla — Planeabamos decirles — papá limpia mi mejilla — creo que nadie nos quiere juntos creo que si es imposible que dos Alfa sean felices.

El olor de el me llega cuando me abraza con fuerza.

Dolía tanto.

La preocupación llenaba mis sistema.

Aprieto mis labios.

— Le juré nunca dejarlo ,rompí eso, papá lo dejé ,se veía tan roto, papi yo lo amo,pero lo quiero proteger — río un poco de forma rota— a veces se me olvida que él es un Alfa—mi padre nos observa a una distancia.

Sus ojos color ámbar me decían algo.

Brillaban distinto.

— Ve — suelta con su característica voz ronca y pasé saliva pesadamente,tocando mi pecho esta vez — ve por tu pareja, hijo, recuerda que si lo amas debes de dar explicaciones, es fuerte, tu eres fuerte.  Ambos son fuertes, no importa si uno es alfa, ambos, su espíritu y su lazo es más fuerte que cualquier cosa.

Trago saliva.

— El debe odiarme. - susurro.

Sonríe mirando el suelo y después miró al único Omega entre nostros, mi papá, este notó esa mirada  en el rostro ajeno, papá Xander tenía sus ojos brillando, podía verde varios tonos en sus ojos.

— Creeme ,llevan mucho tiempo juntos,se conocen,no pueden odiarse, no lo creo tampoco de esa conexión que vemos en ustedes.  — Susurra —Conozco la conexión con la persona que amas - dice y acaricia la mejilla de mi padre Omega.

Mi padre parece un ángel,muy sabio,es verdaderamente un ángel.

Pude ver aquel reflejo, aquel amor de ellos.

Tomé aire poquito.

Revuelve mi cabello.

— Lucha por lo que amas cachorro,nunca te dejes vencer,eres fuerte, yo se que lo eres, - susurra — tienes sangre de un Omega muy fuerte y realmente muy poderoso - y sonreí miré a mi papá Omega quien solo se sonroja.

Asiento, levantándome,el dolor se intensifica a cada momento.

Debería de llegar antes, me di vuelta hasta que vi que mi padre cambió completamente su expresión teniendo el teléfono en su oído. Trago saliva y miro como  estába  pálido.

— Dean — murmura — Es Dante.

Y un fuerte dolor cruzó mi corazón.















Dante

Solo habían pasado unos minutos que se había ido.

Ahora ya no sabía muy bien cuánto llevaba caminado sin rumbo necesitaba aire,necesitaba pensar con claridad.

Puse mi capucha en mi cabeza,cuando siento un par de gotas caerme ,mi cabello casi cubre mis ojos.

Abrazo mi cuerpo,sintiedo el vacío en mi pecho.

El dolor cada vez era más intenso.

¿Acaso así se sentía?

Mire la hora en mi teléfono.

Ya pasaba de la media noche.

Las gotas de lluvia pareciendo acariciar la ciudad,era suave,lenta.

Hacía frío.

—¡Cuidado!

Confundido miro para atrás  dando un par de pasos nada más en confusión.

Solo recuerdo el sonido de unas llantas ,un chirrido y por último una luz cegadora.

Mi cuerpo dolió todo se detuvo.

Después todo se volvió negro.

Después todo se volvió negro

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Destinados [2] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora