12

20 2 0
                                    

¿Recuerdas el mensaje?

No dejábamos de hablar nunca, jamás se nos acababan los temas de conversación. Excepto por un día en el que me sentía fatal, todo me estaba saliendo mal y solo quería llorar. Notaste que me encontraba pésimo, incluso a través de mensajes de texto, y llamaste a mi puerta. Cuando abrí tenía la cara roja y los ojos hinchados, había estado llorando durante horas. Me abrazaste y me prometiste que todo mejoraría. Te quedaste conmigo y alegraste mi día con planes tontos como dejarte llenar el pelo de trenzas (nunca antes me habías dejado hacerlo) o pelear con almohadones, incluso me hiciste armar un rompecabezas.

Y pensar que si te escribo ahora seguro me preguntes quién soy y cómo he conseguido tu número.

¿Recuerdas cuando estábamos enamorados?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora