Por la noche.
Una de las cosas que me recordaban a lo poco que sabía de mi pasado eran las noches estrelladas como la que había hoy. Había perdido la noción del tiempo. De vez en cuando notaba la mirada del rubio encima de mi, pero nunca conseguía pillarle mirándome.
Se le veía muy relajado y como con muchas ganas de entrar en acción. Pero yo estaba agotado. Apoyé la cabeza en la ventana y me quedé dormido. En algún momento de mi sueño, sentí que alguien colocaba algo encima mía. Abrí un poco un ojo y vi que había sido Bel. Le seguí con la mirada hasta que sentó y cerró los ojos para dormir.
-Al parecer ese idiota tiene buen corazón.
Me había tapado con una manta, la única que teníamos. Me levanté cogiendo la manta, me dirigí a donde él estaba y me senté a su lado con cuidado de no despertarle. Nos tapé con la manta. Me quedé dormido apoyando la cabeza en su hombro con una leve sonrisilla en mis labios.
Al despuntar el alba, faltaban unos minutos para tomar tierra. Abrí lentamente los ojos y vi que Bel me había abrazado durante la noche mientras dormíamos. Inconscientemente sonreí y se me escapó un suspiro. Parecía una chiquilla enamorada. Pero yo no estaba enamorado y menos de ese ser.
Sentí el choque de las ruedas del jet contra el suelo. El rubio pegó un salto y se despertó. Se puso rojo al ver como estábamos, soltándome bruscamente.
No se porque eso me dolió un poco, pero necesitaba alguna forma de fastidiarle. Utilicé los datos que él me había dado.
-Buenos días príncipe caído.
-Buenos días rana estúpida.- Dijo medio adormilado.- Y no me llames así.
-Entonces... Príncipe estúpido.
Vi que le había molestado. Había conseguido lo que quería.
-Asi tampoco. Llámame Bel-sempai.
Se sonrojó un poco. Ya tenía una nueva forma de molestarle. Lo único malo, era que él había dicho que le llamara así, y encima se había sonrojado. Que raro.
Salimos del jet y fuimos con nuestras bolsas hasta encontrar un taxi que nos llevara hasta nuestro hotel. Uno de cinco estrellas. Nunca había ido a ninguno tan lujoso. Fue un trayecto de media hora hasta el hotel, el más lujoso que había pisado.
Bel-sempai fue a la recepción para que nos dieran las llaves de nuestras habitaciones. Cual fue mi sorpresa: cuando vino Bel-sempai, me dijo que sólo habian reservado una habitación. Me dieron ganas de golpear algo, asique le golpeé en el brazo y el reaccionó dándome un capón.
Subimos a la habitación cargando nuestro poco equipaje. Cuando llegamos a nuestra habitación, Bel-sempai abrió la puerta y nos quedamos sin palabras. Esperaba al menos dos camas, pero no, una gran cama de matrimonio.
Me senté en la cama agotado.
-Duerme un rato. Te sentará bien.
Me tumbé con el uniforme puesto. Sentí contra mi espalda la de Bel-sempai. Suspiré y me quedé dormido con una sonrisa.
CONTINUARÁ
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Prince and the Frong
RomanceBel tiene una vida perfecta. Es miembro de los Varia y un gran asesino conocido como Prince the Ripper. Protección mundo se trastoca cuando su jefe le asigna una misión con el nuevo miembro de los Varia: Fran. ¿Qué será lo que pase en la misión? ¿Su...