14. Mansión Varia

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Acababa de llegar del peor lugar del mundo. Me fui acompañado y regresé solo y con el corazón roto.

Llegué a la Mansión sin fuerzas para ver a nadie. Me encontré a la cosa rara en la entrada esperándonos... Bueno, esperándome. Dios como me dolió.

-Bel, Fran. ¿Qué tal la misión? Un momento... ¿Y Fran?

-No está.

-¿Y dónde está entonces?

- En Alemania... Muerto.

Lussuria se quedó totalmente pálido. Aproveché para subir a mi habitación y tirarme la cama. Volví a llorar. Algo dentro de mí se había muerto con él. El capitán de estrategia entró de forma arrolladora en mi cuarto.

-Vroiii, ¿qué has hecho con Fran?

No le respondí, no está de humor para hablar. Enterré la cara en la almohada. No tenía fuerzas ni para mostrar mi habitual arrogancia.

-Tsk... El jefe nos espera en la sala de reuniones.

Salió dando un portazo y rompí a llorar de nuevo. Me levanté de la cama, me lavé la cara y me dirigí a la sala de reuniones. Entré intentando aparentar normalidad, aunque estuviese roto por dentro.

Empezamos a dar el informe de nuestras misiones y mi mente salió de la sala y si fue a las nubes, a recordar a la rana. Me entraron ganas de llorar otra vez.

-¡Belphegor!

Volví de golpe a la reunión. Era mi turno de hablar y no tenía ni ganas ni fuerzas.

- Fran y yo fuimos Alemania, inspeccionamos el terreno y averiguamos que el enemigo iba a celebrar una fiesta. Conseguimos infiltrarnos disfrazados en una ilusión. Fran consiguió distraer lo suficiente al jefe enemigo para poder matarle. Antes de que pudiéramos escapar, los hombres de Marco aparecieron y tuvimos que salir por la ventana y huir. Conseguimos encontrar un escondite pero, nos descubrieron y tuvimos que volver a huir, pero dieron a la rana en la espalda y murió desangrado en mis brazos. No puede hacer nada por él.

Nadie dijo nada. Tenía unas ganas inmensas de llorar. El jefe borracho dio por finalizada la reunión y fui directo a mi habitación.

Me di cuenta que la puerta de la habitación de la rana estaba un poco abierta. Me asomé y me quedé totalmente paralizado

-Imposible

La rana estaba tumbada en la cama. Me acerqué lentamente y vi que sí, que era él. Estaba durmiendo. Estaba tan guapo. Me pellizqué para cerciorarme de que no era un sueño. Estaba vivo. Las lágrimas empezaron a caer por mis mejillas hasta caer en la cara de la rana. Abrió los ojos y se incorporó.

-Bel-sempai... ¿Porque lloras?

Le di un capón y después le abracé.

- Me diste un susto de muerte... Pero estabas muerto. Yo mismo la vi con mis propios ojos...

-Era una ilusión. Si veían a uno muerto, dejarían de seguirnos.

-¿Y porqué no aparecistes en el hotel?

-Te estaban siguiendo. Si aparecía, nos hubiese matado a los dos.

-Gracias rana.

Fui a separarme de él pero no me lo permitió. Vi que se le caían algunas lágrimas.

-No vuelvas hacerme esto rana. Te quiero Fran.

-Te quiero Bel-sempai.

Le besé y me devolvió el beso. Era feliz y parecía que él también. Las siguientes misiones fueron distintas. Estamos más compenetrados (en todos los sentidos) y no volvimos a separarnos.

Desde aquel momento se nos empezó a conocer como "Prince and the Frong"

FIN

Prince and the FrongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora