A la mañana siguiente.
Abrí lentamente los ojos. No tenía el flequillo los ojos por lo cual podía ver con claridad. Pude ver que en algún momento de la noche había abrazado a la rana estúpida. Ahora él estaban de cara a mí, con solo acercar un poco mi cara a las suya, unirían mis labios con los suyos. Estuve tentado pero no sé porqué razón.
Estuve observandole hasta que empezó a abrir los ojos. Volví a cerrar los míos, para que no viera el color del que era y me giré para darle la espalda. Me hice el dormido para ver qué hacía.
-Bel-sempai, ya es de día.- Dijo mientras me daba con un dedo en la espalda.
No dije nada. Sentí cómo se levantaba de la cama y se dirigia al baño. Me levanté y fui a mirar por la ventana. El paisaje alemán no era uno de los que más me llamara la atención, pero está vez era diferente.
Oí que la puerta del baño se abría y sin razón alguna mi corazón empezó a latir más rápido.
-Ya te levantaste Bel-sempai.
-Buenos días a ti también rana estúpida.
Me giré para coger mi chaqueta, que estaba colgada en el respaldo de una silla de la habitación. Fran cayó de culo al suelo, asustado. Le miré a los ojos intentando adivinar lo que le pasaba. Señaló hacia el lugar donde yo estaba. ¿Cómo era posible? Había estado mirando todo el rato por la ventana todo el rato y no había ningún enemigo. Entonces, me di cuenta. No señalaba fuera, sino a mi. A mis ojos. Ahora entendía porque lo veía todo contenta nitidez... Oculté mis ojos en el flequillo. En cualquier otra ocasión hubiese disfrutado del momento, de su miedo hacia mí. Pero no fue así, si no al revés, me puse muy triste al ver que se había asustado de mí.
-¡Joder! La he cagado totalmente.
Oí pasos y después unos golpecitos en la puerta. No sé porqué razón mis ojos estaban llenos de lágrimas.
-¿Bel-sempai?
No quise responder. No pude responder. Las lágrimas caían por mis mejillas sin yo poder evitarlo.
-¿Bel-sempai estas bien?
-Sí, estoy bien rana estúpida.
Intenté aparentar normalidad y que no pareciera que estaba llorando pero me temblaba la voz, y no creo que fuera tan estúpido como para no darse cuenta.
-Bel-sempai, ¿por qué lloras?
-No estoy llorando.
-Sí es por lo de haberte visto los ojos, no le diré a nadie del color que son.
Eso me hizo gracia. A todo el mundo (incluso los Varia), les daban miedo mis ojos.
-Además, no me dan miedo sino que...
Dijo algo pero lo dijo tan bajito que no pude ni oírlo. Y había dicho que no le daban miedo. Que alivio. Me lavé la cara y salí del baño aparentando normalidad. Vi que la rana se había sonrojado. Fuera lo que fuese lo que había dicho, me había causado curiosidad. Tendría que pincharle para que me dijera lo que había hecho ponerse rojo.
Bajamos al restaurante para tomar un buen desayuno. Empezariamos la misión cuando terminasemos.
CONTINUARÁ
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Prince and the Frong
RomanceBel tiene una vida perfecta. Es miembro de los Varia y un gran asesino conocido como Prince the Ripper. Protección mundo se trastoca cuando su jefe le asigna una misión con el nuevo miembro de los Varia: Fran. ¿Qué será lo que pase en la misión? ¿Su...