¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Estas orgullosa y feliz por el nuevo papel de tu novio. Nada más y nada menos que interpretar a Pennywise, El payaso que asesina a niños, la malvada creación de tu escritor favorito de todos los tiempos, Stephen King.
Estabas probablemente más emocionada que Bill por la película, viendo a algunos de sus personajes favoritos volver a la gran pantalla. Pero había una cosa que odiabas, sólo una cosa. La sonrisa de Pennywise y era aún peor cuando estaba acompañada de el ojo flojo de Bill, uno mirándote y el otro en algún punto perdido de la habitación.
Nunca antes habías visto a Bill hacer esa sonrisa, aunque decia que era algo que usaba para aterrorizar a su hermano pequeño. Lo que definitivamente funcionó tanto con en niños como con adultos.
La viste por primera vez esa expresión demoniaca una semana antes de que comenzara el rodaje de la película, el momento en que Bill todavía estaba en casa y practicando diferentes cosas para el personaje. siempre intentabas salir de la habitación cuando el sueco estaba interpretando a Pennywise, sin importarte si llevaba el traje o si se vestía de forma casual. Sólo la sonrisa era el problema. Tuviste que reconocer, fue extraño ver a tu encantador novio vestido como el payaso asesino y que hablara contigo como si fuera la cosa más normal del mundo; pero te acostumbraste a ello.
Pensaste que cuando la filmación se detuviera y la película se estrenara, él finalmente dejaría de hacerlo. Pero tres meses después y Bill todavía caminaba por la casa con esa sonrisa. A veces incluso la podías ver en tus sueños.
Ahí estabas, sentada en el taburete de la cocina, el nuevo libro que compraste 'Eeny Meeny', estabas a punto de saber quién es el secuestrador; cuando sintió la presencia de su gigantesco novio al otro lado de la mesa. Levantaste los ojos de las páginas, cerraste el libro y lo apoyáste sobre la mesa de mármol. Tus ojos se conectan con su figura, tu mirada se fija en ella, sus rasgos serios.
Estabas a punto de preguntar lo que quería, que estaba haciendo, y entonces lo viste, viste las comisuras de su boca empezando a moverse hacia arriba.“ No te atrevas a hacer eso", le advertiste, pero fue en vano, la sonrisa ya estaba en su hermoso rostro. La sonrisa de Pennywise estaba allí. Dios, era espeluznante. Cerraste los ojos, esperando que para cuando los abrieras, esa horrible sonrisa ya hubiera desaparecido de su cara. Pero eso no sucedio.
"¿Qué pasa, T/N? ¿No te gusta la sonrisa Pennywise ?" La voz, no era la de Bill, era del payaso. Tus hermosos ojos, mirando a tu novio. Pero él, por otro lado, sólo tenía un ojo puesto en ti
"¿Podrías parar?" tu voz estaba molesta, claramente desaprobando eso. Él comenzó a moverse hacia ti, sin dejar de mirarte; realmente querías correr. Pero alguna rara mezcla de pereza e impedimento, no te dejó levantarse de ese taburete e irte a tu dormitorio.
''Tu tambien flotaras T/N"Su susurro fue seguido por la risa, la risa más espeluznante de la historia.
Habías tenido suficiente, tomaste el libro y en tus manos. "Bien Skarsgård, o lo terminas o te juro que te golpeare con esto en la cara y luego veremos quién flotara." no le ibas a romper el libro en la cara, amas esas hermosas características definidas que hacían esa sonrisa; pero eso era algo que Bill no sabía.
Los ojos del sueco volvieron a su posición normal, ambas enfocadas en tu cuerpo y esa sonrisa espantosa se transformó en una sonrisa, dejando escapar una risita.
"Está bien, está bien, he terminado." Puso sus manos delante de su cuerpo en defensa y pudiste finalmente mirarlo de nuevo sin molestias. "Cariño, deberías haber visto tu cara." Fue una diversión para él. Bill se acercó a ti, abrazándote por tu cintura.
"¡No es gracioso! Odio esa sonrisa y lo sabes!"le dices mientras escondes tu cara en su cuello. "Prométeme que no volverás a hacer eso a mi alrededor sólo por diversión." Preguntaste con ojos de cachorro, algo que bien sabías que Bill no podía resistirse.
"Bien, lo prometo". Gimió y se ganó una sonrisa victoriosa de tu parte.
Levantó la cabeza, mientras hacías pucheros a la espera de un beso del sueco. Bill se mojó los labios, bajando la cabeza para conectar su boca con la de ella.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
