Nueve.

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Al día siguiente me encontraba en la oficina del Ceo, allí,varios reporteros con enormes cámaras y micrófonos.Parecía como si fuera algún famoso del que quieren saber todos sus secretos.
No lo era,eso en cierta parte me causaba risa,escuchaba como preguntaban si mi relación con JungKook iba bien aún sabiendo que el niño y yo parecíamos más hermanos que otra cosa.

Un poco más alejado de nosotros se encontraba Namjoon,veía de reojo como tenía sus brazos cruzados y como su entre cejo se fruncia al escuchar alguna que otra pregunta sobre nuestro bromance.
No sabía que una persona podía ser celosa sin ser nada.

Todo pasaba tan lento para mi,preguntas y preguntas,la mayoría las contesba JungKook pues él era el dueño de la cafetería y yo solo estaba allí aclarando dudas sobre nuestra falsa relación.Aunque los dos al final dijimos que sólo era algo invitado y que yo veía a Jeon como un hermano menor.
Y era verdad.

Cuando por fin fui libre de  todo tipo de eventos, me levante del pequeño sillón y me despedí de todos dando reverencias, habían hecho un excelente trabajo, se portaron muy amables así que aunque tuviera fobias hacia la demás gente que no conocía no era razón para mostrarme grosero con mi huida.

Aún así cuando voltee para irme la sonrisa de Namjoon me recibio, e instantáneamente sonreí yo, Namjoon podía hacer que con sólo una mirada la paz inundará mi ser, que todos los problemas que tenia los olvidara. Y eso me asustaba, porque no sabía si era porque ya estaba acostumbrandome a él, o porque simplemente estaba cayendo rendido a sus pies, como si estuviera enamorado.

Estando a lado de mi jefe me tomó de los hombros y volteo hacía atrás para dirigirle una mirada desaprobatoria a JungKook. Reí, se estaba comportando como un adolescente enamorado, como si yo fuera su primer amor.

Finalmente salimos del lugar,Namjoon tomó mi mano y juntos nos dirigimos a nuestro lugar laboral.

...

Namjoon y yo nos encontrabamos en una junta con unos nuevos inversiónistas, no era la gran cosa pero si aquella pareja de esposos nos dabam sus firmas podíamos hacer que en los pueblos más pobre de Corea haya más oportunidades para los niños, así que eso hacía querer acompañarlo. Dejando de lado que yo era su secretario me gustaban ese tipo de apoyos , me hacían saber que había todavía gente con corazón, que se preocupaba por los demás.

Me parecía grandioso, y gracioso a la vez, como era que una pareja podía amarse con tamto amor, como los inversiónistas Kim.
Tenían treinta y dos años y aún así llevaban a sus dos hijas al trabajo, se tomaban de las manos y se hablaban con palabras cariñosas.

Me imagine cómo sería que Namjoon y yo nos veríamos así en un futuro, claro, si es que llegábamos a estar juntos.
Porque no es que yo no quisiera, pero aveces el destino nos tiene preparadas otras cosas.

-Niñas guarden silencio.-Habló la señora  tratando que las dos pequeñas dejaran de reír y susurrarse cosas al odio mientras fijaban la vista por segundos en nosotros dos.

-Mami.-Susurro la mayor de las dos, esperando que nadie escuchara, aunque creo que chef la escuchaba.-¿Ellos son como los papis de Joy?.

-Irene.-Reprochó la mujer.-¿Porqué no les preguntas?.

La niña río traviesa, tomó la mano de su hermana menor y se inclino un poco hacia la mesa.

-Señor Namjoon, ¿usted es el novio del señor SeokJin?.

Mi cara se vio en una expresión sorprendida, pero no tanto cuando Namjoon asintió y contestó.

-Si.

𝖠𝖽𝗆𝗂𝗋𝖺𝖽𝗈𝗋 𝖣𝖾 𝖮𝖿𝗂𝖼𝗂𝗇𝖺 -𝖭𝖺𝗆𝖩𝗂𝗇Donde viven las historias. Descúbrelo ahora