Diez.

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Volví a decaer, no era la primera vez y sabía que no sería la última,pero creo que de todas la veces hasta ahora esta era la peor.

Se suponía que Namjoon vendría esta tarde a mi departamento,veríamos varias películas o programas de entretenimiento, así que me asegure de comprar algunos snacks para él, sabía cuales eran los que les gustaba (todos).
Pero,en mi momento de desesperación, sólo fui capaz de tomar todo y comerlo.

Pasó cómo la última vez, a veces ni siquiera masticaba bien las cosas, lloraba en silencio y Ren seguía a mi lado tratando de entender que era lo que realmente pasaba y como todo aminal queriendo quitar alguna golosina.
Me veía egoísta porque,a parte de que no era correcto que los perros comieran dulces (a excepción del helado), no dejaba que él se acercara, pensaba que todos era mío.

Y antes de darme cuenta de lo que estaba ocurriendo a mi alrededor, escuché la puerta abierta para después tener a Namjoon parado frente a mí, viendo expectante como era que tenía la boca llena de desgracias.
Así que cuando voltee a verlo me sentí realmente mal, su cara estaba sorprendida y tenía un sonrojo.

Finalmente me levante del suelo y salí corriendo a la planta de arriba para encerrarme en el baño de mi habitación. Estaba lleno de vergüenza, la pena me consumía y no sabía como verlo a la cara después de esto, no quería que me tuviera lastima pero tampoco que siguiera como si nada hubiera pasado.
En cierta forma eso me ponía realmente mal, quería que Namjoon me tomara y me abofeteara tratando de convencer de que dejara de hacer eso.

Pero no, Namjoon no tenía la culpa de nada, él mismo dijo que respetaría mis desiciones y que si alguna vez quería cambiar aquel mal hábito lo buscará par que me ayudara... Y eso me hacía sentir peor.

Cuando mi estómago estuvo vacío seguí tratando de vomitar hasta que lo único que vomite fue sangre.
Mierda,nunca había ocurrido esto, nunca había llegado a aquel límite donde mis órganos estuvieran tan dañados que lo único que salía era sangre. Era grave, así que decidí levantarme asustado, baje la palanca y me fui a lavar las manos y los dientes.

Finalmente salí del baño, quería refugiarme en los brazos de Namjoon así que corrí y antes de dejarlo decir algo lo abrace. No sabía que estaba haciendo antes pero segundos después concluí que jugaba con Ren ya que estaba sentado en el sillón y mi mascota sólo saltaba en busca de cariños.

Quedamos abrazados por un rato, yo estaba sentado en sus piernas con mi rostro escondido en su cuello y él me rodeaba desde la cintura con sus largos brazos.
Sentía sus labios dar leves besos en mis mejillas y cuello y cuando me sentí seguro me enderece y fije mi vista en la suya.

Namjoon era tan hermoso, atractivo, que lo único en lo que podía pensar era que él realmente era un ángel.

-Namjoon.-Empecé, viendo como él solo subía sus cejas esperando más de mí. - Lo siento, no quería que me vieras así. Yo... No sé qué pasó, no sé qué decirte, estoy tan avergonzado que no encuentro algo concretó para defenderme.Tal vez creas que soy un monstruo, alguien raro.

-O tal vez no. - Sonrió y beso mis mejillas.Aunque suspiró después de eso. - ¿Cómo quieres que te demuestre que eres lo más perfecto,SeokJin?. Todo de ti es bonito, no hay que cambiar nada porque no hay ningún defecto en ti para hacerlo.Dime.

Cerré mis ojos cuando su rostro se acercó al mío y me beso, comenzando con algo lento.
Como si quisiera protegerme, incluso de mí.

Nos separamos sólo para conectar de nuevo nuestras miradas y en menos de dos segundos volvimos a besarnos ahora con más brusquedad, nuestras lenguas empezaron a conectarse y hacer una danza de amor, jugando entre ellas.

𝖠𝖽𝗆𝗂𝗋𝖺𝖽𝗈𝗋 𝖣𝖾 𝖮𝖿𝗂𝖼𝗂𝗇𝖺 -𝖭𝖺𝗆𝖩𝗂𝗇Donde viven las historias. Descúbrelo ahora