I Kissed a Boy •NJ•

5

Namjoon tenía mejores problemas que resolver. De verdad que los tenía.

No pudo dejar de pensar en eso cuando fue a la casa de su novia, por primera vez.

—No creo que debamos estar aquí, tus padres me van a odiar—habló.

Hyunsin lo estaba llevando a su cuarto. Sus padres no estaban. Su hermano iba a llegar tarde. Era el momento perfecto.

—¿Podrías fingir un poco más que no te incomoda esto?—cuestionó la chica cuando el rubio se sentó en la silla frente a su computadora.

—Hyunsin, prometiste que esto no iba a llegar a tanto. No sé por qué lo fuerzas.

—Nam, por favor, ayúdame con esto—pidió—quiero intentarlo.

—No.

—Amor...

—No.

—¡Dios! Namjoon de verdad que no te entiendo. Cualquier chico estaría extasiado, ¡fascinado!—gritó —pero tú. Tú pareces tener más miedo que yo de hacer esto ¡Y eso que tu mi siquiera eres virgen!

—Hyunsin, por dios.

—Olvídalo—se rindió la chica. Era obvio que el rubio no iba a aceptar tener relaciones con ella.

Namjoon solo agachó la cabeza, no queriendo explicar el por qué de su situación. No queriendo admitir que, cada vez que besaba a Hyunsin, comparaba sus labios con los de el hermano de la chica.

No queriendo decir que, cada vez que él tocaba su cuerpo, el más mínimo roce, no dejaba de comparar su cuerpo pequeño y esbelto con el de Jin, masculino...y esbelto. Porque joder, el chico era una pieza de arte en toda la extensión de la palabra.

No, él no sabía cómo admitirlo. Y si así eran con cosas como esas, inocentes y comunes entre ellos, no quería ni pensar cómo sería el sexo.

Seguramente se la pasaría pensando en lo pequeña que era su novia a comparación de el pelinegro, seguiría pensando que la cintura perfecta le lucía mucho mejor a Seokjin que a ella. Y los labios, mierda, los labios.

No quería pasar por eso, pero no lo iba a admitir.