El sonido de un tren se hizo presente, las vías temblaban con el paso de una poderosa locomotora sobre ellas, con el vapor que salía de la chimenea se dirigía hacia el sur de la poderosa maquina, mientras que en sus interiores, en uno de los vagones más lujosos, se encontraban los señores Fulgencio y Socorro bebiendo una taza de té, aunque por una ocasión especial
Fulgencio: Martín, mejor tráenos un champange
Martín: ¿Un champange señor?
Fulgencio: Sí, y que sea el mejor
Socorro: ¿Querido no crees que es muy temprano para comenzar a beber?
Fulgencio: Por dios mujer, es una ocasión especial, además dime ¿Cada cuando tenemos tiempo para beber un buen champange?
Socorro: Bueno sí Fulgencio pero....
Martín: -Interrumpe llegando- Listo señor, aquí está su botella de champange, ¿Se la abro o gusta que mejor la ponga a enfriar?
Socorro: ¿Me permites Martín?
Martín: Oh sí, una disculpa señora
Socorro: Gracias, bueno te decía querido; Estamos en un tren con rumbo a Acapulco, y eso de beber alcohol por estás horas no es de gente de nuestra clase
Fulgencio: Bueno eso sí pero por una vez que tomemos un poco no se nos va a caer el mundo, además ya me tiene más que harto el té
Socorro: Pero....
Fulgencio: -Interrumpe- Bueno si tú no vas a querer yo sí, Martín destapala por favor
Martín: Sí señor
En ese instante, Martín quitó el papel que cubría el cuello de la botella para después destaparla haciendo que la tapa saliera volando
Martín: Listo señor
Fulgencio: -Toma una copa- Sirveme por favor
Martín obedeció la orden de su patrón, y cuando terminó de servirle se dispuso a irse, no sin antes
Martín: ¿Usted no gusta una copa señora?
Socorro: -Bufa- Bueno está bien, pero sólo una -Toma una copa-
Martín le comenzó a servir a Socorro, y cuando terminó dejó la botella en una cubeta con hielo, y se retiró
Fulgencio: Sabía que no lo podías evitar
Socorro: Cállate Fulgencio
Fulgencio: Salud mujer, por el gran futuro que nos espera al lado de las Carrasco
Ambos chocaron sus copas y bebieron de ellas mientras seguían apreciando de la hermosa vista que daba el tren en su transcurso
Mientras tanto
Martín se dirigía al vagón que compartía con Roberta y con el pequeño Oliver, y cuando llegó ahí, los encontró a los dos estudiando todavía, con la sirvienta sosteniendo un libro de animales y con el pequeño niño rubio frente a él
Roberta: Muy bien Oliver, ahora dime ¿Como se llama este animal?
Oliver: Martín
Roberta: ¿Que? -Voltea- Oh hola Martín, no te había visto
Martín: Pues al parecer Oliver sí me vio
Roberta: Que bueno que llegas, te debo de contar algo
Martín: Muy bien, ¿Que me quieres contar?
Roberta: Em.... Debe ser en privado, Oliver ¿Te puedes quedar aquí solo un rato?
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Mal Visto (Aristemo/Sauro)
Hayran KurguCiudad de México, año 1910 Sin duda un año que marcó muchas cosas: Iniciaba la construcción de uno de los Barcos más famosos del mundo, en nuestro país se fundó Servicio Sismológico Nacional, se preparaba el que sería uno de los conflictos armados m...