ᴜɴ ᴀᴍᴏʀ ᴛᴀɴ ᴅᴜʟᴄᴇ ᴄᴏᴍᴏ ʟᴀ ᴍɪᴇʟ || Aiteda [FINALIZADA]

1. Luis, tenemos que hablar

Narra Aitana

   Luis estaba tumbado a mi lado y acariciaba mi brazo. Todas las luces de la academia estaban apagadas, solo quedaba la poca luz de la Luna que apenas lograba traspasar los cristales. Mis compañeros estaban en las habitaciones, pero Cepeda y yo decidimos quedarnos en el salón, quería pasar el mayor tiempo posible con él. Si, estaba nominada, junto con Roi, y temía que si no me quedaba con Luis lo perdería, y no quería perderlo. Estaba con Vicente, pero en el fondo sabía que sentía algo por Cepeda. Sabía que estaba mal, sabía que no podía enamorarme de otra persona si tenía novio, pero yo no podía controlar mis sentimientos, cuando me abrazaba, cuando me acariciaba, cuando me hacia el más mínimo roce se me erizaba la piel y notaba como un escalofrío recorría mi cuerpo de arriba abajo. Me gustaba verlo sonreír.

   El hizo el amago de irse, pero apreté su brazo con fuerza inmovilizándolo.

-Aitana, es tarde, y mañana tenemos gala, vamos a dormir.- Susurró Luis con una cálida sonrisa.

-No Luis, un rato más, solo un rato más.- Dije mientras me aferraba más a él.

   Luis no insistió, y poco a poco se fue quedando dormido. Me quedé un buen rato mirando como dormía plácidamente y solo de pensar que esa sería la última vez, se me formo un nudo en la garganta. Una lágrima recorrió mi mejilla y cerré mis ojos con fuerza, no, no quería perderlo, pero esa no era mi decisión.

Narra Roi

   Estaba recostado sobre mi cama, esa cama en la que dormiría por última vez. Apreté con fuerza las sábanas y las encogí en mi pecho. Respiré profundamente y solté un largo suspiro.

   No me andaré con rodeos, me gustaba Cepeda, y mucho, pero sabía que el no sentía lo mismo.

Flasback Roi

   La familia de Luis y la mía se habían juntado para pasar Noche Buena.
Cepeda salió al balcón a fumar, y yo, yo no podía más, tenía que contárselo, tenía que expresarle mis sentimientos, lo que realmente sentía; así que me puse a su lado y me apoyé en la barandilla.

-Roi tío, tu padre es el puto amo.- Dijo Luis mientras fijaba la mirada a mi padre que se encontraba tras el cristal en el salón.

-Si.- Reí mientras observaba con ternura como Cepeda reía. -Esto,… Cepeda, hay algo que hace tiempo quiero contarte.- Dije captando su atención.

-Wow, Roi, dime ¿quién es la afortunada?- Luis me agarró del cuello y rascó mi cabeza juguetón.

-EL afortunado.- Corregí.

-¿Qué? Oye, ¿desde cuándo te gustan los tíos?- Preguntó sarcástico.

-No Luis, esto es enserio.-

-Vale, vale. A ver, dime.-

   Empecé a temblar y un escalofrío me recorrió de arriba abajo. Me acerque a él, temeroso tal vez a su reacción, pero ya no había vuelta atrás. Él estaba ahí, mirándome, algo confundido.

   Alcé mi mano y le acaricié la cara. Noté como los nervios se apoderaban de él y entonces, lo besé, fue un beso corto, pero apasionado, o al menos por mi parte. Él todavía estaba en shock, obviamente no se lo esperaba.
Luis tocó sus labios, y luego me miró.

-Vete.- Susurró mientras me señalaba la salida con su dedo índice.

   Las lágrimas amenazaban con salir, no quería llorar delante de él, ya había hecho el ridículo, así que no rechisté, no dije ni una sola palabra, me limité a coger mi chaqueta y salir por la puerta del balcón.