¡PARÍS!

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Esperé pasiente a que mis padres subieran alarmados por tremendo golpe, pero no fue así, hoy mis padres debieron de haber caído como piedra después de pasar toda la tarde haciendo el títere que Lu se había empeñado en hacer, después que paso viendo ideas en el Internet.

Me arrastre a gatas hasta mi cama, fui demasiado cobarde para averiguar si la maquina de humo, es decir, el chico, o lo que fuera que sea esa cosa, que parecía pie grande, Aun estaba en el balcón mirando hacia mi ventana.

Me metí entre mis sábanas, no podia quitarme esos ojos verdes transparentosos de mi mente, cerraba los ojos y ahi estaban asechandome, rebusque entre mis sabanas mi móvil, después de manotear a ciegas lo encontré, verifique la hora, 2:00 de la madrugada, y busque el numero de Mar.

Hola, ¿quien es a esta hora de la madrugada? —

—¡Mar! ¡Despierta! Soy Aranza

—¿Aranza ? ¿Que Aranza? —

—¡Como un demonio Mar! , ¡he visto a la maquina de humo!—

Se escucho un grande silencio del otro lado del audicular

¿Mar, Sigues ahi? —

—¡Oh dios mio! ¿Es guapo?, ¿es sexy?, ¿como es? —

¡No ! No es sexy Mar , el es, no se, atractivo, pero no guapo ni normal, su aspecto es bastante malo

Haber, espera, paso por paso ¿ok?, ¿a que te refieres con que su aspecto es malo?

Se ve enfermo, bastante enfermo, es gigante , y es demaciado flaco ,su piel es palida y tiene enormes ojeras bajo sus ojos , tal vez, el humo del cigarro lo esta matando

¿En realidad crees que tiene alguna enfermedad? —

Si, estoy segura

Pero tranquila, mañana me voy lo mas temprano que pueda a tu casa, vale

Si llega después de medio dia, por que ire a trabajar un poco en el jardin de la señora Williams

¿La señora Williams? ¿La anciana de la casa amarilla? —

Si, la misma

—¿Que? ¿Por qué ? —

Mañana te explico, vale, ahora dormire

Vale, me alegra que siguieras mi consejo, nos vemos en un ratito, Chao bebé

Si, si claro, maestra de los consejos más estúpidos del mundo, chao

El resto de la madrugada me la pase dando vueltas sobre la cama hasta que encontré una posición comoda y al fin pude dormir.

Sabado 10:30 am.

—¡Aranza! Mamá dice que bajes ¡ahora! —senti como el pequeño cuerpo de Lu trataba de moverme de posición.

—No, dile a mamá que quiero dormir más—

—¡Anda! Hermana, ¡hoy nos quedaremos solas! —

—¿¡Que!? —

Me incorpore de un salto de la cama, no me moleste en ver el desastre que habia dejado anoche en la ventana, me puse mis pantuflas y baje a toda prisa las escaleras.

El Chico De Al LadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora