Capitulo Veinte

67 15 45
                                    

KILLIAN

Ella está perdida.

Está perdida.

Perdida.

Las palabras de Egos aún seguían rondando mi cabeza, ¿en qué momento había pasado todo eso? Tenia muchas dudas y ni ser un espécimen tan inteligente lograba que las respondiera. Al momento en el que esas palabras salieron de su boca le pregunte sobre que trataba, y me explico.

Ahora, nos encontrábamos saliendo de las instalaciones donde nos encontrábamos, dando paso a un gran pasillo con columnas a los costados, las personas nos miraban con asombro, si siempre fuimos conocidos como los mejores guerreros, ahora sus miradas eran de miedo, quizás odio, nos veían como unos traicioneros, ellos sabían que nos habíamos aliado con los humanos, sabían que éramos peligrosos y sabían que a pesar de que mi padre era el supremo, yo me había revelado ante él, esto jamás había pasado, desde todos los tiempos fuimos una comunidad que vivía en paz, pero ahora eso cambio, ahora éramos nuevas personas, con nuevas mentalidades, y sabíamos quiénes eran los malos. Nosotros éramos los malos.

El aire fresco lleno nuestros pulmones, nos encontrábamos nada mas y nada menos que en la mismísima Atlántida, acá las personas no llevaban trajes como nosotros, ni armas, ni utilizaban habilidades, no todos las tenían y aunque las tuvieran, si no fuiste o eres un guerrero, no tenias completo control sobre ellas.

-Tenemos que irnos, encontrarlos y protegerlos.

La voz de Joss se escucho a mis espaldas, él tenia razón, pero si nos íbamos, debíamos asegurarnos de que no nos siguieran, o seria un camino directo al suicidio.

Asentí sin mirarlo aún, en mi cabeza intentaba idear un plan perfecto para poder salir de ahí, y llegar lo antes posible con Jada y Paul.

-Iremos por agua- hablo Emora a mi costado- es la única manera, lo sabemos.

-¿pero cómo? - pregunto Egos con su normal voz fría y dura.

-Nadaremos- respondí siguiendo el plan de Emora, si bien el agua no era nuestro elemento favorito, era una manera rápida de llegar, no necesitábamos tomar aire o parar para descansar, si nos íbamos por el camino correcto llegaríamos rápido y sin ser detectados, nuestra ventaja era Joss; conocía todas las rutas bajo el agua, por años las estudio y se las aprendió de memoria.

-Salir de la maldita pecera para meternos a otra, esto si que es genial – se quejo Egos, pero sabia que estaba tan ansioso como nosotros tres, quería llegar con nuestros humanos y saber si se encontraban bien, este sentimiento que comenzaba a aparecer en nosotros era extraño, fuimos criados como un equipo por eso teníamos una conexión entre nosotros, pero sentir esto por alguien diferente y fuera de nuestro mundo, era sorprendente, extraño pero sorprendente.

Le mostré una pequeña sonrisa y comenzamos a caminar hacia la costa bajo la mirada de todos, si tan solo todos ellos supieran lo que el supremo nova era capaz de hacer, entonces no nos mirarían de esa forma y mucho menos estarían feliz de tener un líder como él.

No quería volver, pero no porque no me gustara este lugar, al contrario ¡me encantaba! Pero sabia que si volvía mi padre terminaría muerto y el asesino;

Seria yo.

JADA

Los vómitos y el malestar habían desparecido y estaba completamente agradecida de ello, sin embargo, estaba confundida, no sabía que había pasado conmigo, nadie lo sabía.

El repentino calor que había comenzado desde que llegamos cada vez era más insoportable, habíamos tenido varios enfermos estos días, la mayoría descompuesta por el calor, intentábamos estar lo mas lejos de las ventanas con los ventiladores encendidos, para no utilizar los aires y gasta la energía, pero el calor era abrumador, en estos momentos mi playera se encontraba completamente mojada de mi transpiración, Paul estaba sentado en el piso con la espalda recargada en las patas de una silla, Caleb estaba acostado frente a mi temblando, era uno de los pacientes con fiebre y junto con Beca habíamos intentado de todo para que bajara.

La Nueva EraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora