La Nueva Era

Capítulo veintisiete.

*¡LLEGAMOS A LAS 2MIL VISTAS!*

Varias imágenes comenzaron a pasar por mi cabeza, cada vez mas rápidas, el y yo riendo, el y yo yendo a la escuela, durmiendo, comiendo, viajando.

Ante mis ojos se encontraba uno de los fantasmas de mi vida.

Theodore me observaba en silencio con una mirada sería, casi caigo para atrás si el no me hubiera sujetado por la cintura.

-No- susurre cubriendo mi boca con la mano.

-Se que esto es difícil de entender Jada.

-No es posible, tu estas muerto- mi vos temblaba cada que pronunciaba una palabra, no podía creer que mi hermano estuviese parado frente a mi.

Toque sus mejillas con la punta de mis dedos y lo vi cerrar los ojos.

-Oh Theo- y sin mas él comenzó aquel abrazo- ¿Eres tu? Por favor dime que eres tu - solloce.

Sentí como una de sus manos viajo a mi cabeza y acaricio mi cabello con delicadeza.

-Hay muchas cosas que debo contarte.

-Si, deben ser muchas ¿Como es posible?- pregunte aun asombrada.

-Primero debes saber donde estas- por un momento había olvidado el lugar en el que me encontraba.

-¿Do...Donde estoy?- pregunte volviendo a ver a mi alrededor, las personas aún me observaban y justo a mi lado se encontraba el gran tuvo con la persona desnuda.

-Bienvenida a la Atlantida jada- presento extendiendo su brazo y mostrándome alrededor.

-¡No! ¿Que hago aquí? ¿Donde están los demás?- mire para todas partes con desesperación, al principio no vi el lugar como una amenaza, después de todo me habían dejado caminar libre por los pasillos, no podía esconderme, tampoco sabia como salir de allí, por eso me dejaron suelta.

-No te preocupes Jada, tus amigos se encuentran en un lugar seguro- aclaro, pero algo en su tono de voz o quizás su expresión no me dejó confiar- te mostrare el lugar- sin esperar una respuesta coloco su mano en mi espalda baja y me empujo levemente para guiarme.

Me sentía nerviosa y preocupada, ese era el último lugar en el que me gustaría estar, mis amigos estaban en peligro, Joss ya no estaba y no podía perder a nadie más, debía encontrarlos y salir cuanto antes, la persona que estaba guiándome era mi hermano pero ya no lo sería nunca más.

-¿Que sucede? Te noto tensa- lo mire de reojo y le sonreí.

-Solo no me espere llegar algún día a este lugar Theo, ¿Que harán conmigo aquí?

Theodore me observo por unos segundos con seriedad y respondio.

-Te estudiaran, eso es lo que hará él

-¿Él?- junte ambas cejas.

-El Nova.

Al escuchar el apodo un escalofrío me recorrió todo el cuerpo, odiaba a ese hombre y estoy segura de que si tuviera la oportunidad, lo mataría.

-El no va a tocarme Theodore- aclare dando un paso lejos de él.

-Jada, no hagas las cosas más difíciles- negó levemente con la cabeza.

-¿Más difíciles?- pregunte con incredulidad- Me dices a mi que no haga las cosas mas difíciles cuando estoy en un lugar que literalmente no aparece en el mapa y dejando en claro que estoy acá en contra de mi voluntad, mataron a mis amigos para tenerme acá, y no solo a ellos, sino que mataron a millones de inocentes, destrozaron ciudades enteras y arruinaron el mundo Theodore.- hice una pausa intentando respirar con normalidad pero la rabia y el enojo me consumían- ¡Tu no sabes nada! Has estado años metido en esta pecera dejando que mamá y yo suframos por tu muerte, ayudando a esta gente sin corazón que solo quieren dañar, ¿Cómo es posible que no te des cuenta? ¿Dónde esta mi verdadero hermano?