Capitulo veintiséis.

59 9 9
                                    

Un pitido sonaba en lo mas profundo de mi cabeza, me sentía aturdida y lo único que lograba ver era el cuerpo de Joss tirado entre la tierra, no estaba consiente de nada mas, no sabia que sucedía a mi alrededor y no lograba escuchar nada mas que aquel pitido y los latidos de mi corazón.

Unos pies se posaron justo enfrente de mi campo de vision y fue eso lo que logro devolverme a la realidad, levante la mirada a la persona delante de mi y mí cara llena de lagrimas solo demostraba dolor, tristeza y odio.

-Pequeña Jada- susurro lentamente como si estuviera saboreando cada palabra, mire hacia atrás y los brazos de Killian ya no se encontraban rodeándome, ahora habían sido sustituidos por los brazos de un guardia, Killian, Egos y Emora se encontraban mucho mas atrás siendo detenidos por varias personas y ataron sus manos con una especie de esposas- Esto- apunto hacia Joss- se podría haber evitado si desde el principio tus queridos e íntimos amigos nos hubieran dicho tu paradero- una de sus manos viajo hacia mi mentón y con delicadeza levanto mi cara y poso sus ojos directamente en los míos.

-¿Que quiere?- pregunte con la poca voz que me quedaba, no tenia fuerzas ni siquiera para gritar o ser grosera.

-¿No es obvio? a ti- una sonrisa psicópata se asomo por sus labios- por supuesto que a ti, eres una joya para mi, una muy preciada joya.

-No lo entiendo- susurre desconcertada.

-agradécele esta nueva era a tu difunta madre, no sabes cuanto disfrute matarla, no fue rápido, te lo aseguro y por si te lo preguntabas: sufrió mucho- mis huesos se helaron y el dolor y la confusión me abatieron.

-No entiendo, no sé a que se refiere- ¿El mato a mi madre? ¿personalmente?

-Jada, si tan solo supieras... déjame contarte una historia- con un movimiento de cabeza hizo que aquel guardia me soltara haciéndome caer sentada con fuerza al suelo- hace bastante tiempo, en mi hogar, había una preciosa chica, una perfecta guerrera, perfecta compañera para mi escuadrón y seria una perfecta madre para mis futuros hijos, sus genes eran preciosos y sus habilidades estaban tan desarrolladas que lograba causar envidia- dejo de hablar para observarme con burla- ¿ya sabes quien es? ¡BINGO! tu adorada madre, pero al parecer ella tenia unos planes totalmente diferentes a los que tenia yo, ella no quería encajar en nuestro mundo, ella tenia la inmadura idea de querer sentir, quería amar, quería tener hijos para poderlos criar ella misma ¡que estúpida!

-¡NO LE DIGAS ASÍ A MI MADRE!- no sabia de donde había sacado aquella fuerza para gritar, el semblante de aquel hombre cambio completamente y no tardo en acercarse para golpear fuertemente mi costado, logrando así que de mi boca saliera sangre.

-No me interrumpas- ordeno- como te decía: en pocas palabras tu madre era una traidora que dejo su verdadera vida por la de un humano, ella quería ser inútil y débil, pero eso no se quedaría así, pero por supuesto que en cuanto asumí el cargo de Nova supremo iría tras ella, no fue tan difícil encontrarla, primero cree un plan, un plan en el cual tenia como objetivo conquistar todas las tierras, los demás novas fueron tan ingenuos de creer en mi y mi cuento de querer ayudar al planeta, lo único que quise desde el principio fue exterminarlos, uno por uno a cada humano que se me cruzara, pero también comprendí que si acababa con todos, después no tendría personas que trabajaran en las tierras, entonces los selecciones, y deje a las almas mas puras e inocentes, almas que no me causarían problemas en un futuro, en cuanto a tu madre, su aura era tan poderosa que en un abrir y cerrar de ojos ya la había encontrado, y quizás tuve ayuda de un conocido tuyo, pero ya sera el momento de que te enteres de quien es, ahora bien, al principio no tenia ningún interés en destruirte pero estos idiotas- apunto hacia los chicos que al igual que yo se encontraban sorprendidos e intentaban escapar- lo arruinaron, te contaron nuestro secreto y en ese momento te volviste una amenaza.

La Nueva EraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora