Miedo y recaidas.✔️

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Las cosas habían cambiado mucho en menos de un mes. La rutina que habían establecido era algo que los tenía contentos. Yuuri mostró un gran avance: ya podía ir solo al supermercado sin sentirse nervioso, disfrutar de un paseo en solitario (con Makkachin) por el parque y estar en lugares concurridos más de una hora.

Viktor trataba de estar con él, el mayor tiempo posible, lo bueno es que próximamente lo ascenderían a director de la sala de emergencias y sus horarios serían mucho más estables.  A veces, podían estar hasta 4 días sin verse, debido a sus horarios pero se mantenían en contacto por teléfono.

Los días que no veía a Viktor disfrutaba salir a desayunar con Phichit, antes de irse a la academia. Todos miraban sorprendidos el avance, en especial Sara, su psicóloga y los menores que vivían con el platinado. Yuri había visto en varias ocasiones al japonés contemplar ese anillo como si fuera lo más interesante del mundo, llegó a tomarle foto y se la mandó a su primo. Esa noche Viktor llegó con un ramo de rosas azules para su querido omega.

Ese día, había salido temprano, debía admitir que había subido de peso debido al descontrol, así que comenzó a trotar por las mañanas junto al platinado, en esa ocasión Viktor seguía en turno, sabía que llegaría hasta después del medio día, así que salió solo.

Comenzó su rutina, todo iba bien hasta que el teléfono sonó, era un numero desconocido, dudó en responder pero últimamente los padres de sus alumnos lo llamaban para solucionar dudas, no tan temprano pero lo hacían. Se decidió por contestar, por más que intentó comunicarse con su interlocutor no obtuvo más respuesta que una respiración incómoda. Un escalofrío lo invadió. Cuando colgó regresó inmediatamente a su departamento, no dijo nada pensó que se trató de una broma de mal gusto pero esas llamadas se repitieron por casi un mes. Y aunque bloqueara los números llamaban de otro, en ese punto sabía que si le comentaba a Viktor la situación, y decirle que tenía ya un mes así, Yuuri estaría en problemas.

Fue notorio para todos que algo estaba mal. Se había vuelto nervioso, comía y dormía poco. Ahora siempre tenía su celular en silencio, buscaba cualquier pretexto para no usarlo. También dejó de ir a hacer ejercicio y salía de su casa estrictamente para ir a al academia. Las compras se las encargaba a Yurio y Otabek, diciendo que tenía mucho trabajo con lo del recital. Todos notaron que Yuuri era presa del miedo de nuevo pero no quería hablar y aunque lo desearan no podían obligarlo.

—Amor... ¿quieres que duerma aquí hoy?
—Vienes de un servicio de 72 horas y mañana entras a las 10:00 am, debes descansar adecuadamente, yo me despierto temprano para ir a trotar —mintió, no quería ir escuchara y viera la cantidad de llamadas que recibía por las noches — te despertaría mucho antes de lo necesario es mejor que duermas en tu cama...
—Mañana solo voy a hacer los trámites para mi ascenso puedo regresar a dormir, además si despertaré contigo no me importa si despierto temprano —sonrió.
—Viktor con mayor razón debes ir descansado...
—Así como tú a la academia pero, no has dormido en días ¿verdad? —acusó el platinado.

Viktor no podía con la mentira de Yuuri, algo malo le pasaba. Vio el pánico en su rostro al saberse descubierto.

—N... no.... no es verdad —respondió cabizbajo y apenado— simplemente me duermo tarde porque me entretengo trabajando en el recital...
—Yuuri... sabes que puedes confiar en mí ¿verdad?
—Lo sé Viktor no tengo nada, solo estrés por el recital —una sonrisa falsa de posó en su rostro.
—Está bien amor... entonces me iré...
—¿Tan pronto? A penas son las 7...
—Cómo tú dijiste: vengo de un turno de 72 horas, mañana debo estar fresco para firmar mi nuevo contrato y tú estás demasiado ocupado con el recital —trató moderar su reproche pero no pudo— lo mejor es que vaya a dormir y tú trabajes...
—Viktor... —el japonés intentó abrazarlo pero lo evitó, algo se rompió en él— es... está bien, descansa... —dijo desde su lugar.

Viktor salió sin decir nada; Estaba molesto. Viktor sabía que tenía semanas sin ir a hacer ejercicio, que tampoco había avanzado en lo del recital. Temió una infidelidad pero, rápido la descartó, ya que no salía de casa y el portero tenía prohibido dejar pasar a alguien que no estuviera autorizado por Viktor. Tenía que encontrar el motivo de la recaída. Su celular sonó: era una llamada de Seung-Gil Lee:

—¿Dime?
—Viktor, salió bajo fianza...
—¿Qué?
—Acaban de notificarme, no entiendo cómo demonios consiguió la fianza pero tenemos que extremar precauciones.
—¿Yuuri lo sabe? ¿Hace cuánto que salió?
—¡Hace un mes! Estoy seguro que sobornó a alguien —comentó frustrado el coreano— ese tipo está obsesionado con Yuuri... Viktor tenemos que hacer algo...
—Está bien, aún no le digas nada a Yuuri...

Yuuri por su parte veía cómo dos llamadas entraban al mismo tiempo en su celular: Viktor y un número desconocido. No le respondió al ruso. De nuevo escuchó esa respiración pero ahora hubo un cambio:

—¿Creíste que te habías desecho de mí? Maldito zorro , cuídate mi pequeño omega, puede que pronto te haga una visita... sueña conmigo...

Yuuri entró en shock. "No era cierto" se repetía una y otra vez después de que la llamada terminara. Entró en pánico, no sé sentía bien. De repente se sintió agotado y deseoso de escapar. No se arriesgaría a pasar por lo mismo de nuevo.

—¡Yurio! ¡Necesito que le marques a Yuuri! No me responde...
—¿Pasa algo?
—Salió ¡ese maldito  beta salió bajo fianza!
—¿Lo sabe?
—¡No lo sé! Fue hace un mes, exactamente el tiempo que Yuuri lleva en su recaída.
—¿Qué demonios esperas? Tienes que decírselo y estar con él. Si entra en pánico usa tu voz de alfa.

El ruso asintió, el pequeño tenía razón. Fue corriendo al departamento del japonés. Por suerte tenía la copia de las llaves, algo andaba mal; el lugar olía a Yuuri y a...

—¡Sangre! ¡Yuuri!

Corrió a la alcoba. Su sangre se heló al ver a su amado omega. Una de sus muñecas estaba cortada y sangraba mientras intentaba cortarse la otra. Estaba en llorando desesperado el menor. Repetía: "primero muerto, si no muero me encontrará" una y otra vez. Viktor corrió a arrebatarle el arma. Yuuri volteó a verlo.

—Por favor... déjame hacerlo... me va a encontrar y de todos modos me matará...

Viktor tomó una camisa de Yuuri; envolvió su muñeca sangrante y lo llevó a su departamento. Otabek y Yuri  vieron la escena con horror. El Kazajo de inmediato fue por lo necesario para suturar la herida. Para su suerte había sido un corte horizontal no profundo. No tendrían que llevarlo al hospital para hacer una sutura especial. Tuvieron que sedar a Yuuri y hablarle a Sara. La situación volvió al status quo.

—Chicos, ayuden a limpiar la alcoba de Yuuri y el resto de la semana la academia no abrirá, notifica a los alumnos.
—¡Sí! —dijeron al unísono y se fueron.
—Amor, yo te protegeré... —abrazó al inconsciente japonés.

Habló con Seung-Gil Lee. Le contó de la situación. Era urgente una orden de restricción y volver a encerrar a ese beta, que de nueva cuenta ponía en riesgo al omega.

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