Capítulo Cuatro: La Maldición Veritas

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Durante unos instantes sólo se miraron el uno al otro. Luego Hermione se lanzó contra Draco, quien, totalmente desprevenido por su asalto, cayó hacia atrás, aterrizando en el suelo con Hermione sobre él, golpeándole con ambos puños.

- ¿DÓNDE ESTÁ HARRY? - gritó ella - ¿Qué has hecho con él? ¿Dónde le has ocultado? No puedes haberle matado, le necesitas con vida para seguir haciendo Poción Multijugos...

- Hermione - Draco no estaba haciendo el más mínimo esfuerzo para protegerse mientras ella le pegaba -. Te prometo que no le he hecho nada...

- ¡Mentiroso! - Hermione le agarró por el cuello de la túnica, alzó su cabeza y se la golpeó contra el suelo de piedra. Draco vio las estrellas mientras ella rebuscaba en la manga de su túnica y sacaba su varita, con la que le apuntó hacia el corazón -. Si has hecho algo a Harry, si le has cortado los dedos para hacer tu horrible poción...

- Mira - dijo Draco, luchando para mantenerse calmado -, ni siquiera he cortado un poco de pelo a tu querido y pequeño novio. Aunque quizás él lo necesitaría. No he estado preparando Poción Multijugos. Ésta es la misma poción que la que tomamos en clase de Snape; simplemente, nunca dejó de hacer su efecto.

Hermione estaba temblando, pero su presión sobre la varita no cesó.

- ¿Esperas que me crea eso? - le dijo.

Draco la miró.

- Sabes - comentó -, mi padre me ha enseñado Magia Negra.

- No cambies de tema, Malfoy.

- Ponme bajo un Hechizo de Verdad - dijo él -. Te enseñaré cómo hacerlo.

- Eso es Magia Negra muy avanzada - contestó Hermione, muy pálida -. Su uso está estrictamente controlado por el Ministerio...

- De acuerdo - dijo Draco.

Levantándose, cogió la mano con la que ella agarraba la varita, aún apuntando hacia su corazón.

- Veritas - dijo.

Un rayo de luz blanca surgió de la varita y golpeó a Draco en el pecho, quien había visto a su padre usar el Hechizo de Verdad con anterioridad sobre mucha gente, pero que nunca se había imaginado qué sensaciones traía. Ahora lo sabía, y sabía por qué se consideraba Magia Negra: sintió como si tuviera dos grandes agujeros abiertos en el pecho, justo debajo de sus costillas, que le abrían poco a poco dejando su corazón al descubierto.

- Date prisa en preguntar - dijo a través de sus dientes entrecerrados -. Esto duele.

Hermione le contempló asustada, pero todavía seguía con sus dudas.

- Harry, ¿Harry está bien? - preguntó rápidamente.

- Sí - contestó Draco. Su voz sonaba de una manera rara y extrañamente transparente, incluso para sus propios oídos.

Ella parpadeó.

- ¿Por qué has adoptado su apariencia?

- Cuando bebimos esa poción en la clase de Snape no volvimos a ser nosotros, no como todos los demás. Harry pensó que yo le había hecho algo a la poción, pero no le hice nada. Él no me creyó... me pegó, y yo le devolví los golpes hasta dejarle inconsciente. Luego me di cuenta de que todo el mundo creía que yo era él. Y seguí adelante con ello.

- ¿Por qué?

- Quería saber cómo era - dijo Draco -. Al principio pensé que lo hacía porque así podría descubrir cosas sobre Harry. Descubrir sus secretos. Utilizarlos contra él. Pero no todo salió como planeaba - dijo entrecortadamente. Parecía que le estaban arrancando a la fuerza cada una de las palabras que pronunciaba -. Fue como si pusiera una parte de Harry en mi interior junto con la poción. Empecé a actuar como él sin poder controlarlo. Salvé al sapo de Neville, y a ti de la bludger. Ahora siento cosas, cosas que no había sentido nunca antes.

The Draco Trilogy: Draco Dormiens - Cassandra Clare  (Español)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora