Una segunda oportunidad | Reddie.

Capítulo 8.

Maratón 1/3

Richie está sobre Eddie y sube lentamente con sus manos por su torso desnudo, desde la parte baja del abdomen hasta el cuello. Se detiene en la cicatriz del pecho, acariciándola con manos temblorosas y volviendo a sentir esa culpa.

Eddie lleva una de sus manos a las de Richie y entrelaza sus dedos. Está recordando, recuerda cada momento que fingió que no estaba viendo a Richie porque quería besarlo.

-Lo siento...- le dice Richie. En sus ojos hay una tristeza tan profunda cuando esas palabras salen de sus labios que el más pequeño se pregunta que es lo que ha vivido el de lentes en éste último año.

-No fue tu culpa- Eddie le dedica una dulce sonrisa triste, porque no puede evitar pensar en todo lo que Richie debe haber vivido este último año.

-Aún así yo...

Eddie lleva un dedo a los labios del contrario con suavidad, Richie sonríe a medias y se deja llevar cuando el más pequeño le da un lento beso.

-¿Desde cuándo?- pregunta Eddie, en lo que Richie roza su nariz con la de él.

-¿Suena muy perdedor decir que desde los trece años?- Richie hace una mueca-. Mejor no me respondas.

Eddie ríe suavemente.

-Somos perdedores después de todo ¿no?

-La verdad es que yo me siento muy ganador ahora- admite el de lentes con una sonrisa juguetona.

Pareciera que se han olvidado de que hace unas horas Eddie estaba muerto y Richie destrozado, es como si se reconstruyeran el uno al otro.

-Y tú, pequeño spaguetti, ¿desde cuándo?- habla con picardía pero, como siempre, su actitud segura es una máscara para ocultar su nerviosismo.

Eddie mira hacia el techo, pensativo, y ríe un poco.

-Creo que desde lo de la estatua de Paul Bunyan, cuando te encontré tirado en el suelo- admite-. ¿Recuerdas? Habías estado llorando...

El corazón de Richie se dispara a Júpiter, maldición. En su cerebro solo se repite la frase: "Amor correspondido. Amor correspondido"
Traga saliva y asiente a las palabras de Eddie.

-Si, y tú me animaste. Se supone qu yo era el que hacía reír a las personas, pero tú siempre me sacabas una sonrisa, Eds- sonríe al recordarlo, luego agrega-. ¿De verdad te gustaba el pequeño y boca sucia de Richie de aquel tiempo?

-No es como si hubieras cambiado mucho, Rich- bromea, y eso además es un "sí" a su pregunta

Se inclina y lo besa. Desde ahí se pierden en besos y miradas intensas, se pierden, y entonces se encuentran.

....

-¿Por qué nunca me lo dijiste? Ya sabes, hace una año nos reunimos en Derry, tal vez no eran la mejores condiciones pero...- susurra Eddie-.

Se encuentran acostados en la cama y tapados con las mantas hasta la cintura, el uno junto al otro. Richie tiene a Eddie abrazado por los hombros y le hace cariño en el pelo, mientras que éste ha apoyado la cabeza en el pecho del más alto.

-Supongo... No, nada de supongo, estaba aterrado, esa es la verdad- admite Richie-. No había pensado en tí en... ¿cuánto? ¿veinte años? Y de pronto el corazón se me aceleraba cada vez que te tenía cerca. Sé que suena malditamente cursi, pero esa es la verdad.

-¿Cuándo tú... lo recordaste?

-Creo que sentí algo apenas te ví, pero diría que cuándo pasó la mierda de las galletas de la fortuna- hace una pausa, como ordenando sus palabras-. Entonces estábamos siendo atacados y yo solo podía escucharte gritar y preocuparme por tí.