Capítulo 18.

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El grupo de la furgoneta llega a Derry cuando el sol ya ha salido. Ahora es
Richie quién conduce, y sigue instrucciones de Beverly para que puedan llegar al mismo hotel de la última vez.

—¿Por qué mi mamá no pudo elegir un lugar mejor que éste para tenerme? La Antártida sonaba mucho mejor, estoy seguro— resopla Richie cuando ya han bajado de la camioneta y contemplan nuevamente su ciudad natal. Eddie le acaricia suavemente el brazo en señal de apoyo.

Luego de ya entrar las cosas a la posada, todos vuelven a reunirse afuera. Bill carga a Georgie en brazos (ni de chiste lo vuelve a dejar solo en un lugar como Derry, hasta el jardín infantil es un lugar potencialmente letal.

—Avisaré a Mike que llegamos— dice Ben, sacando su teléfono—, espero que esté bien.

—Ésto se siente c-como un dejavu— comenta Bill, estremeciéndose.

Los demás asienten, de acuerdo. Richie pasa un brazo por sobre los hombros de Eddie y lo atrae hacia sí mientras esperan.

—Hey, Mike, ¿Cómo...?— comienza a hablar Ben, pero se detiene abruptamente con un expresión desconcertada, como si hubiera escuchado algo que no esperaba.

—¿Qué pasa, cariño?— le pregunta Beverly, acercándose.

Ben aleja el teléfono de sí y simplemente dice:

—No es Mike.

....

Cuando Maxine despierta todo está oscuro, la cabeza le palpita horriblemente, y probablemente su nariz necesite una visita a urgencias. Al principio no tiene idea de dónde está ni de como ha llegado hasta allí, una cueva oscura y húmeda que...

—¡Mike!— exclama de pronto, cuando todos los recuerdos vienen a ella de un solo golpe.

Se pone de pie como puede, agarrándose de una de las rocas sobresalientes, y se pone a tantear en la oscuridad con intención de encontrar el teléfono o una linterna. Su nariz silba cuando ella respira. Dios, definitivamente está rota.

Justo cuando comienza a aceptar que a Mike se lo llevó una maldita entidad sobrenatural y que ella nunca va a salir de ésta estúpida cueva, escucha el sonido de un teléfono. Es una de las canciones preprogramadas con el aparato, así debe ser el de Mike.

—Aleluya— murmura, y sigue el sonido hasta agarrar el teléfono. Además, junto a el está la linterna.

No se preocupa de quién está llamando, solo contesta, mientras avanza a la luz de la linterna para tratar de salir de la cueva.

—¿Quién habla?— pregunta, a quién sea que esté al otro lado de la línea.

La voz que estaba saludando a Mike se corta de repente al escucharla, y Maxine teme que no vuelva a hablar.

Entonces, una voz femenina reemplaza la anterior.

¿Quién eres?

....

Beverly pone el altavoz, así que todos escuchan con ansiedad y preocupación la historia de la amiga de Mike (Maxine) sobre lo que sucedió en aquella cueva. Su amigo está en peligro.

—¿Dónde dices que estás?— pregunta Bev.

Max le explica lo de la cueva, que ellos claramente reconocen como el infame hogar de Eso. Además está el detalle de que la chica dice: “no sé qué era lo que se lo llevó” en vez de quién, lo que vuelve todo aún más turbio.

Una segunda oportunidad | Reddie.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora