Ben y Beverly abrazan fuertemente a Stanley mientras Bill se dirige de vuelta a la sala de estar para abrir la puerta, acompañado de Georgie (lo que aún se siente muy irreal).
Stan se siente como si flotara sobre una nube. Nunca creyó volver a verlos, a ninguno de ellos... Era lo que más le dolía cuando decidió hacer lo que hizo.
Beverly se separa de él y nota que está llorando. Se limpia las lágrimas y sonríe levemente. Ben no llora, pero sus ojos están brillantes. Stanley se lleva una mano a la mejilla y nota que también está llorando.
—Es... Ni siquiera se que es— Ben se pasa ambas manos por el cabello, atónito—. Primero Georgie, ahora tú... ¿Qué nos espera luego?
—Eddie— dice Stanley, mirando a la entrada de la cocina.
—Si, solo faltaría Eddie...— asiente Ben, sin prestar atención a lo que realmente se refiere.
—No— Beverly niega con la cabeza y apunta hacia el umbral de la cocina—. Es... Es Eddie.
En efecto, Eddie (junto a Richie) les dedica una tímida sonrisa a modo de saludo.
Momentos antes...
Bill Denbrough abre la puerta y ahora sí que le faltó muy poco para desmayarse. Sabía que Eddie... Que vendría, había hablado con Richie pero... Dios, eso no se equipara a la impresión de verlo de pie frente a él, sano y con vida.
—E-E-E...
—Bill, sabes que odio que tartamudees mi nombre— le dice sonriendo. Es la frase que siempre le decía cuando eran niños.
—Eddie— Bill lo abraza con fuerza (sollozando) y Kaspbrak corresponde el gesto—. Oh por dios, Eddie. Creí que nunca, yo... Lo siento, lo siento muchísimo, por todo.
Eddie le da unas suaves palmaditas en la espalda.
—No lo sientas, está bien, todo está bien.
Richie sonríe enternecido, pero como es un bocazas no puede guardar silencio.
—Oh, y yo soy Richie, también estoy vivo, por si a alguien le importa— dice a modo de broma.
Bill y Eddie se separan y lo miran con una divertida sonrisa en el rostro.
Entonces, Richie siente que alguien tira de su pantalón y mira hacia abajo...
—Hola, ¿eres amigo de Billy?
Richie abre los ojos al máximo, suelta un grito bastante femenino y da unos torpes pasos hacia atrás, terminando por esconderse detrás de Eddie.
—Es... ¿Es quién yo creo que es?— mira a Bill en busca de una respuesta, y el asiente con la cabeza.
—Oh mierda.
A Eddie, en cambio, el ver a Georgie Denbrough de pie frente a él con el mismo aspecto de hace veintinueve años le produce una extraña sensación de familiaridad.
—¡Eddie!— Georgie le sonríe y el nombrado se siente en un dejavú—. ¡Ya estás aquí! Ella nos trajo, ¡funcionó!
—¿Qué dices? ¿Quién?
Pero Georgie ignora su pregunta.
—Stanley también está aquí, ven— se acerca a él y comienza a tirarlo del chaleco para llevarlo a donde señala.
Richie y Bill intercambian una mirada de desconcierto.
—¿Por qué pa-parece c-como si lo conociera?— pregunta Bill en voz baja.
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Una segunda oportunidad | Reddie.
Fanfiction«Hubiera querido habérselo dicho» Dicen que las segundas oportunidades no existen, pero quiénes dicen eso se equivocan. Ha pasado un año desde lo ocurrido en la batalla final de los perdedores contra Eso. Richie ha retomado su vida, o al menos lo ha...