Dos Mundos, Una Historia

V

¿Porque mierdas me siento como un adolescente enamorado? Apenas y la tengo de frente, pero no, mi corazón decidió caer rendido a los pies de esta majestuosa mujer. ¿Como no hacerlo? Es la mujer más bella que he visto en mi maldita vida.

No se cuando tiempo a pasado, solo se que me encanta escucharla hablar. Si lo se, vine a este lugar a follarme algunos coños y aún así, aquí estoy escuchando a esta bella mujer. Si mi padre me viera ahora mismo, estaría muy decepcionado de su hijo, bueno no tanto. Me a contado que está aquí por cuestiones de trabajo, no se me escapó el hecho que está en un bar repleto de testosteronas y sola.

—Yo vine que unas amigas, pero creo que se embriagaron y se fueron con alguien.— ¿No debería estar preocupada por sus amigas? Yo estaría preocupado por mi prima se va con el primer idiota que vea. Se qué no todos pensamos igual, pero ella parece una mujer prudente. Como sea, no la voy a juzgar. — ¿ Tú viniste con alguien?

¿Es una pregunta irónica, cierto? Me estaba viendo desde el balcón. Bueno tal vez no me estaba mirando a mi, pero vamos ¿quien no quiere mirar a este hermoso ejemplar de hombre? Si, tengo el ego demasiado alto. No se que responderle, ¿y si le miento? digo, tal vez se refiera a que si vine con una mujer, o tal vez no.

—Vine con mis hermanos.— Finalmente mis palabras salen de mi. No pensé que se pudiera ver más hermosa, pero aquí esta, dándome la mejor sonrisa que pueda ver en mi maldita vida.

Cada vez estoy más cerca de ella, como si su su cuerpo me estuviera llamando para apegarme más a él. Suena algo sucio, lo se, pero es la maldita verdad. Su cuerpo emana una energía y un calor sorprendente, llegando hasta mi y calentando mi cuerpo. ¿Eso es normal?

—¿Te encuentras bien? Pareces algo ido— Su pregunta me saco de mis pensamientos, su rostro a centímetros de mi y no puedo evitar pensar en cómo se sentirían esas rosadas nubes contra mis labios. Sus ojos se van oscureciendo aún más, se que uno es azul y uno es marrón claro, como una avellana caída del árbol. ¿Es eso posible? Sus ojos se vuelve dorados, como el oro mismo, tan brillantes a las bajas luces del lugar. Sus labios tan cerca de los míos y su respiración chocando contra mi rostro. ¿Porque me estoy tomando mi tiempo para apreciarla? En este momento debería tenerla contra el maldito sofá, adentrándome en ella sin piedad. Pero no,  estoy disfrutando de cada segundo cerca a ella.

—Adler, hermano hay que irnos, nos siguieron hasta aquí.— ¡Maldito hijo de puta! Una mirada asesina se posa sobre Jax, matare a ese maldito por arruinar mi momento. Pero lo entiendo, los gritos de las personas y las armas resonaban contra las paredes del bar.

Mis sentidos de caza no tardaron en aparecer. Demonios, ¿quienes demonios creen que son? Amelia sigue a mi lado, no se en que momento tome su mano, pero así es. No puedo apartarla de mi lado, aunque ella no parece para nada asustada, está tan calmada como hace unos minutos atrás. ¿Como puede estar como si no pasará nada? Aunque esta más que callada, tan seria y preparada para cualquier movimiento.

Mis hermanos disparan al enemigo, de izquierda a derecha se pueden escuchar los disparos, hombres heridos o muertos tirados por el suelo. Esto será un desastre en la mañana, pero será mejor no dejar nuestras marcas aquí. Creo que Amelia leyó mis pensamientos porque este momento tiene guantes y un pañuelo mientras limpia su copa y mi tarro de cerveza.

—¿Has estado en una escena así antes? Porque pareces muy preparada.— Las burlas de Jax hacia mi mujer no se hacen esperar, y si, ella ya es mi mujer aunque no lo sepa. Al parecer a ella no le hizo gracia, tiene una mirada realmente aterradora y Jax parece entenderlo. ¿Como demonios puede verse tan sexy con esa mirada de "Muere"? Antes de que cualquiera de estos dos pudieran decir una palabra más, una bala roza el hombro de mi mejor amigo y hermano.— ¡Maldición, vámonos!

—La puerta de atrás está libre.— Esa voz tan calmada, solo da el mismo sentimiento de calma. Tomó mi alma y me posicionó frente a ella mientras que Jax va tras nosotros. Los disparos cada vez se hacen más escasos. Se que debo preocuparme por mis hermanos pero, diablos, regresare con ellos cuando la haya sacado de este maldito lugar. Esa es una ley, cuando los disparan comienzan a sonar, hay que sacarlas del lugar rápidamente, sin titubeo alguno.

Aunque no creo que ella tenga miento, su andar es como el de una modelo, mientras que yo y Jax vamos como soldados listos para atacar. Tal vez es una mafiosa, y por eso estaba aquí está noche y me mintió. Suena demasiado loco para ser verdad. La veo sonreír de reojo, ¿porque mierdas se ríe? ¿Ella planeo esto? No, no puede ser así, ella parece inocente. Pero está tan calmada, que la hace ver como una sospechosa. No se en que momento salimos del bar, mis hermanos nos esperaban frente al, ahora, sangriento lugar.

—Adler ¿no crees que ella pudiera planear esto, verdad?—Jax tiene razón, ella parece ser la culpable de esto, pero ¿como preguntar algo así? Jax se había posicionado a mi lado mientras nos acercábamos a los hermanos, por suerte ninguno estaba fuera de este mundo.—Por cierto ¿a donde se fue?—

Creo que la confusión en mi rostro le hizo entender que no sabía de que hablaba. Con su cabeza señaló tras el, haciéndome ver hacia atrás. Ella ya no está, por ningún maldito lugar.

—De acuerdo, ahora si es una maldita sospechosa...—