Bajo el Mismo Techo

Misty III: Amistad

Capitulo III

«Pov Misty»

~Amistad~

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Cómo pueden cambiar las cosas con el paso de los años, aquellas cosas que salían tan naturales, aquellas cosas que uno disfrutaba hasta unos años atrás hoy se me hace muy difícil de soportar. Estar con Ash se sentía sumamente extraño, no era el ambiente que me gustaba a su lado, me sentía incómoda...

¡Ah! Cómo extrañaba a mi amigo Ash... éste parece un extraño.

No sabía qué hacer, movía mis manos nerviosas debajo la mesa, esperando que la camarera pusiera los cafés delante de nosotros y se fuera.

—¿Cómo te ha ido? —le pregunté sin levantar la mirada de mis manos.

—Muy bien —respondió, así que lo miré y tomé una galleta del plato central—, ¿viste? No me mataron.

—No es chistoso — gruñí partiendo un pedazo de galleta para no pegarle a él por su comentario irónico.

—Estoy bien, no me ha pasado nada grave, apenas soy un rango silver, no me dan misiones difíciles. Solo misiones de captura de cazadores furtivos y esas cosas.

—¿Eres un caza recompensas? —pregunté sorprendida. Eso realmente no me lo esperaba.

—Algo así —respondió rascándose la cabeza—. Me ha ido muy bien en ese campo.

—¿Es decir que ahora eres un hombre con dinero?

—Se podría decir que sí —comentó.

—Vaya... —me dije para mí misma. Y no pude decir nada más, el ambiente todavía estaba muy tenso entre ambos... ¿Qué poder decir para que todo volviera a la normalidad? Ash... te extraño tanto, aún teniéndote en frente...

Decidí quedarme callada, hasta que él decidió hablar.

—En la organización hay seis niveles, yo estoy en el nivel dos —me explicó, así que levanté la mirada de mi cappuccino para mirarlo—. Lance es el único en el nivel Platino que es el más alto.

—Ya veo... Vi a Lance —le comenté—, el día del terremoto. Fue a ver el problema del gimnasio, si hubieras visto como quedó todo Ash —volví a bajar mi mirada, recordar mi gimnasio destruido... pero en eso, sentí la tibia mano de Ash tomar la mía.

—No te preocupes —me dijo— todo saldrá bien, cuando quieras darte cuenta estarás peleando de nuevo en la enorme piscina del gimnasio.

—Ojalá —lo miré pero él me soltó rápidamente. Eso sí que fue extraño.

—Todo saldrá bien. Misty —me dijo con voz seria, aquel tono sí que me preocupaba.

—¿Si? —le pregunté pero él miró hacia el ventanal del café, lucía como si tuviera un problema existencial...

—Discúlpame —aún sin mirarme— sé que tú y mi mamá han estado preocupadas por mí, pero...

—Es imposible no preocuparnos de ti Ash... —lo interrumpí mirando el mismo punto en la nada, aquellos sentimientos por él empezaron a removerse tan rápido que sentí como mi voz no quería salir— Pero... —tomé aire y continué— si es lo que a ti te hace feliz. No debí ponerme en ese plan contigo. Yo también lo siento.

Nuestras miradas volvieron a encontrarse, sus ojos marrones se veían brillosos, y sus labios no tardaron en formar una sonrisa. Ese si era el Ash que tanto quería.