Misty x: Decisiones

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Capítulo X

«PoV MISTY»

~Decisiones~

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Si había algo que me apasionaba más que los pokémon de agua eran los mitos y leyendas sobre ellos. Aunque es desconocido para la mayoría de la gente, Kanto es una región rica en mitos sobre los pokémon de agua, que se transmiten de boca en boca por las costas, de marino en marino.

Una de mis favoritas es la del Orbe Marino. El Cristal de las profundidades Marinas u Oceánicas que es capaz de convertir a cualquier persona en un Maestro Pokémon de Agua. Recuerdo haberme emocionado tanto, desear tener ese cristal en mis manos muchas veces, pero uno de los marineros que solía contarme esas historias se espantó un poco.

—¡No, Misty! —me dijo negándome con el dedo. En ese tiempo era una pequeña de seis años que vivía escapándose del gimnasio Pokémon tras salir de la escuela— Nadie puede tomar ese cristal, es peligroso.

—¿Por qué? —lo interrogué con toda la inocencia de una niña de esa edad.

—Se dice que, si alguien quita esa esfera del santuario, un desastre caerá sobre Kanto —lejos de espantarme estaba cada vez más y más emocionada— Él es quien mantiene el mar sereno, sino lo inundaría todo...

—¿Creen que en realidad exista? —le pregunté a los dos hombres que esperaban por elevar anclas y partir hacia el océano.

—Se rumorea que es una cueva submarina en isla Espuma, pero nadie puede acceder a ella —me susurró uno.

—Wow —exclamé sorprendida de aquella información. Me despedí de los marineros y me volví al gimnasio pokémon.

Mis hermanas apenas si notaban mi existencia así que decidí investigar un poco más sobre el orbe Marino u otras piedras capaces de ayudar a los pokémon tipo agua.

Así fue como llegue a Morgan Déniz, a su investigación y a sus informes.

Me los leí todos y cada uno de ellos, realmente era brillante.

Al año siguiente, logré que mis hermanas me llevaran a una de sus presentaciones. Fue una de las experiencias más bellas de mi vida. Su forma de hablar, su aprecio por mis amados pokémon de agua.

Era sin dudas, una de las personas que quería tener como modelo a seguir, así como ya tenía a Lorelei. Quería poner en ellos dos, los deseo de una pequeña niña huérfana por encontrar con todo su corazón, quienes la guíen en la vida.

Era demasiado inocente para mí actual gusto.

Quien iba a pensar que quince años después lo tendría frente a mí una vez más... pero esta vez, no me causaba alegría tener a aquel señor en frente. Esta vez me generaba un nudo en el estómago que me tenía algo mareada.

¿Cómo es posible que tenga el Orbe Marino?

Según lo que había leído y lo que me habían contado, existe una oscura leyenda sobre ese Cristal de las profundidades... Aquel que lo quitase de su lugar de resguardo, traería una gran calamidad sobre la región en siete días.

Salí de mis pensamientos gracias a que Ash estaba conmigo. Accedí a que Morgan nos llevara hasta donde tenía el cristal, traté de sacarle la mayor cantidad de información, pero las desviaba todas a preguntas sobre mí y mi vida como entrenadora de pokémon de agua.

Bajo el Mismo TechoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora