Ash VI: Acorralado

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Capítulo VI

«Pov Ash»

~Acorralado~

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El tictac del reloj de la habitación donde me encontraba, estaba matándome de los nervios. Aquel molestoso ruido, indicaba que el momento del final iba acercándose cada vez más. Llevé los puños a mis oídos y los cubrí, cerrando los ojos. Tenía que tranquilizarme para que todo saliera bien, pero cada vez que cerraba mis ojos -o incluso al pestañear- el momento en que besé a Misty volvía a mi mente con fuerza. ¿Por qué me dejé llevar? ¿Por qué cometí ese error tan grande para con ella? ¿Cómo debe sentirse después de eso?

Deshice los puños, y me refregué con los dedos, la nuca varias veces desesperado. Fastidiado una vez más, de mis actos para con ella.

Suspiré, y apegué mi frente al escritorio donde estaba sentado, justo cuando Lance entró a la habitación.

—¿Ya dejaste a Pikachu en ciudad Verde? —me preguntó, así que afirmé sin hablar—. Ok, vamos, tenemos que hacer una ruta hasta el barranco de isla Espuma —me indicó, así que me puse de pie, tomé mi mochila y lo seguí.

El plan que me habían entregado constaba en pasearme por algunas tiendas de camino a las islas Espuma, para que hubiera testigos viéndome a mí, manejar ese vehículo que terminaría en la laguna que hay en las islas que desembocan en el mar.

Me monté en el auto, y en cuanto Lance me dio el «vamos», encendí el motor y comencé a conducir hacia mi lugar de destino, deteniéndome en tres oportunidades, una en ciudad Plateada, otra en ciudad Azulona y por último en ciudad Fucsia, comprando cosas para comer, ya que estar sin Pikachu ni ninguno de mis Pokémon me tenía algo ansioso.

Llegué hasta el nivel señalado cerca de la dos de la mañana, deteniendo el auto justo en la orilla del barranco, luego de hacer un derrapé en la ruta, ayudó que estaba despejada y era un sector sin cámaras de seguridad. Con el auto detenido a la nada de caerse, saqué del asiento trasero el muñeco que simulaba ser yo, lo puse junto a mí y me volví a sentar para terminar con esto colocándome un chaleco salvavidas, retrocedí el vehículo, le di al acelerador con todo el poder que el automóvil me lo permitía y lo estrellé contra el barranco.

Gracias a mi entrenamiento, no perdí el conocimiento, logré salir a flote en la laguna, de forma rápida. Nadé lo más rápido que pude hasta la orilla de la laguna y muerto de frio, esperé por Lance, mientras observaba como el vehículo terminaba de hundirse en la laguna gracias a la luz de la luna llena que brillaba sobre mí.

Cerré los ojos y solté el aire por la nariz.

Ya lo había hecho, y no había vuelta a atrás. Ash Ketchum acababa de morir, y ya nadie podía revivirlo.

Caí al suelo, cubriendo mi nariz y boca con las manos tratando de soportar la pena que empezó a invadirme. Solo esperaba que Lance llegara rápido y pudiera echarme a dormir sin pensar en lo que acababa de hacer.

...

Lance llegó una hora después, estaba tan entumecido, que apenas si pude decir algo, me monté en el jeep que trajo y me fue a dejar en una cabaña en el medio de la nada.

—Vas a quedarte aquí mientras ordeno todo y recupero a tus Pokémon—me dijo, mientras me entregaba una mochila con todas mis cosas y varios potes de comida instantánea. Lo único que yo quería en ese momento, era quitarme la ropa helada y darme una ducha, pero al parecer, no creo que eso sea muy posible— En cuanto traiga a tus Pokémon, vamos a ir al cuartel, ahí podrás prepararte bien para la misión, ¿de acuerdo?

Bajo el Mismo TechoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora