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rendez-vous

- entonces...¿como te fue? - Emma le miraba con una sonrisa traviesa,con muchísima curiosidad.

Él no podía hacer más que sonrojarse mientras revisaba su estuche para embellecer muertos.

- bueno,ya te dije...hablamos - cada que decía algo,ella se acercaba más,poniéndolo nervioso y haciendo que se encogiera en si mismo - le di una nota,y él...aceptó salir conmigo - Emma empezó a saltar emocionada,y el siguió mirando sus brochas de maquillaje,enrojecido - pero a una cita,no te emociones tanto.

- ¡Aesop!,¡es una enorme noticia!,¿como no habría de emocionarme? - la chica paso su brazo por sobre sus hombros,sonriente,y la verdad ella tenia razón,el sólo no era del tipo que se emocionaba fuera de lo mental o interino.

- yo ya hice de mi parte,deberías tratar tu también con...ya sabes - Woods se había apartado al instante,para rodear la mecilla donde estaban y sentarse al otro lado,suspirando y cambiando radicalmente su expresión.

- lo se,pero...es muy diferente,esa persona es bastante reservada,y ya le he insinuado antes,creeme,pero últimamente me cuesta,más con sus reacciones... - Aesop se removió en su asiento,prestándole atención tras terminar la revisión de su caja - es tan...única... - Aesop tenía curiosidad por aquella personas,pero la chica se reservaba hasta el nombre.

- ¿no me dirás como es? - Emma negó,y el apoyó su barbilla sobre sus nudillos,en protesta - vamos,tal vez pueda ayudarte si le veo por el cementerio.

- no amigo mío,te digo otro día - y le guiño un ojo,para luego dejar de hablar sobre aquella persona dejándolo con la curiosidad - primero terminemos con lo tuyo,como por ejemplo,¿cuando es tu cita?

Y allí Aesop se quedo en blanco.

Él no había acordado una fecha.

Miró a Emma,mientras abría un poco más los ojos quedándose pasmado.

Ella capto el mensaje al instante,pues se levanto golpeando la pobre mesa con ambas manos impresionada.

- ¡no puedo creerlo!,¿no propusiste fecha?,¡Aesop! - se removió nuevamente en su lugar,abatido.

El calor del momento le hizo olvidar acordar hora y lugar.

- me quiero morir... - no cabía en si mismo con aquel golpe bajo que se propino con su yo del pasado,¿y ahora que haría?.

Emma dirigió su vista hacia un reloj de pared,analizando algo fuera de su entendimiento.

- muy bien,tienes tiempo de preguntar,el señor Desaulnier debe de estar abriendo a estas horas,y tu,mi amigo,vas a aprovechar eso - camino hacia la salida para tomar su abrigo y colocárselo,cosa que imitó con el suyo a duras penas.

En el camino fuera del local,se dispusieron a planear lo que diría,y Emma le ayudaba en cuanto a pronunciación y palabras correctas en el otro idioma,haciéndole mejor las cosas.

Pero,de repente,su querida amiga se detuvo a mitad de vía pública,mirando a un punto en específico y poniéndole ansioso por el semáforo que daba luz verde para pasar,y ella seguía allí.

Dirigió su vista hacia donde veía.

Entre todos los abrigos negros,grises y azules opacos,pudo ver a una chica,más en específico una enfermera,distinguible por si abrigo blanco y sus arapos de colores claros,riendo y charlando junto a un chico de apariencia extranjera que venía con los ojos vendados y un búho al hombro.

Al volver su vista hacía la florista,esta traía una expresión de tristeza que nunca antes le había visto,y eso le hizo sentir mal.

¿acaso aquel chico le gustaba?

- Emma... - escucho los relojes de la ciudad sonar,dando por hecha las 12 del medio día,y despavilando a su amiga,quien volvía a andar pero con pasos apresurados y la sonrisa más falsa de todas.

- vamos,no podemos llegar tarde,¿no? - sentía un gran peso,quería ayudarla,pero por lo que vio...

Aquel chico estaba con alguien más.

Si tan solo hubiera sabido antes que no era por el chico que Woods estaba tan decaída.