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- Dejenme ver si entendí - habló el novio de él vidente,quien se había presentado como Naib Subedar - tú no hablas ingles - señalo a Joseph,quien tenía cara de no entenderle un comino - tú eres un amigo del pasado de mi Eli - dirigió su dedo hacia ambas chicas,quienes estaban separadas a cierta distancia con un pañuelo cada una - y ustedes dos,son apenas conocidas de estos tres,osea que no tienen nada que ver con que Eliot me anda engañando

- que no te engañe,era broma - el vidente empezó a quejarse,de una manera tierna,si,pero no más tierna de lo que podría hacerle Joseph.

Dios, eso sería tan lindo,quería verlo haciendo un puchero,¡un deleite solo suyo!

- oye oye,aparta la mirada o te reviento - retrocedió empalidecido para cuando el llamado Subedar le puso el puño cerca de la cara,y Aesop podría decir que se puso tan blanco como el cabello de su amado.

Por todos los dioses, ese precioso cabello blanquecino y suave,delicado,riso.

Se cubrió la cara al darse cuenta de que se había ido por las nubes,y Aesop se encontró en un gran problema.

Su lado más perversivo hacía presencia,dejando su rostro ardiente y un jadeo asfixiante,siendo atrapado entre sus imágenes mentales.

Imaginó a Joseph en mil maneras en tan sólo un momento.

- "Aesop" - le llamó su ángel,haciéndole estremecerse - "¿Aesop?...¡Aesop!" - cayó en cuenta de que su nariz sangraba,y manchaba toda su mascarilla,mientras que Joseph se la bajaba para revisar preocupado,dándole tremenda vergüenza poco ajena - "estas sangrando" - volvió a hablar,para fruncir el ceño y mirar a Naib con una frialdad increíble - "lo heriste"

Subedar retrocedía nervioso.

- ¿Qué dijo? - miro de reojo al Vidente,quien estaba bastante ocupado acariciando a su búho.

- en pocas palabras,que estas muerto mi amor - vio lo inevitable,una posible pelea.

- he,espera,no creerás que lo herí,¿o si?,calmate,es un mal entendido - Subedar seguía retrocediendo,y Joseph,no entendiendo nada de lo que decía,seguía avanzando.

Tan sexy.

Resulta que,Joseph saco a escobazos al novio del vidente,y le prohibió la entrada a su tienda,y si volvía a entrar,le pondría una orden de alejamiento.

Traducciones amablemente ofrecidas por Emma.

Quien ahora se carcajeaba al mirar como él tipo aquel veía por los ventanales,con cara de perro bajo la lluvia.

- "magnífico" - miro por sobre el hombro de Joseph,él cual le estaba limpiando la nariz,para ver a quien había hablado.

La señorita Emily, como se ha de presentar ella,miraba a Emma como toda una enamorada a ojos brillosos,percatandose de que esta también la veía se cubrió la boca de manera galante,mientras sus mejillas se tenían de rosa.

- "perdón" - supo por su ferviente estudio de novato en el francés,que se había disculpado en dicho idioma,cosa que le dio cierta rabia interna - "te ríes hermoso" - y siguió admirando a Emma tras lo que sea que haya dicho.

Otra más que habla francés,¿que mierda?

Acaso era el único inútil, en aquella tienda ¿que no hablaba francés?

Emma se sonrojo,y al parecer la doctora no sabía que ella también hablaba francés.

- "gracias" - y allí ambas,enrojecidas,mirándose.

Por favor,solo besense.

Fue lo que pensó,pero bien desprevenido que le cayó Joseph cerca de su rostro.

Le había besado la mejilla, la mejilla.

¡sus lindos labios le habían besado!

No cabía en si mismo,se derretía cual cera expuesta al calor,era sublime.

Un momento perfecto para morir y jamás despertar.

Eli había salido de la tienda en búsqueda de su pareja,quien parecía llorar como niño,pero eso no le importó.

Joseph se rió para su deleite,extendiendo su torbellino de mariposas estomacales hasta su corazón.

- "lindo" - no sabía lo que le dijo,pero se sonrojo. Mientras el pariciano pasaba sus delgados dedos por su mejilla al desnudo.

Listo,disparadle,¿que él? ya estaba muerto.