CAPÍTULO 18: ES MI KARMA

2.1K 137 4
                                    

—Disculpa que te insista ¿No puedes ir más rápido?— le pregunté por tercera vez a Jake.

—Bella, nadie nos sigue. Hay dos colegios más adelante, no querrás poner en peligro a esos niños ¿verdad?— mi amigo mecánico sonrió despreocupadamente. Parecía un tipo feliz, sin problemas y con un trabajo que le gustaba. Ahora ya lo consideraba un amigo. Me estaba ayudando, podía confiar en él.

—Disculpa, es que me consume la tensión— encendí la radio.

—Oye, soy algo despistado, ¿Vamos a la casa de los Cullen o al edificio de Edward, dónde vivías antes?— la noticia me sorprendió.

— ¿Ese edificio es de Edward?— eso no lo sabía. Edward jamás lo mencionó. ¿Por qué no me había dicho eso? ¿Acaso no confiaba en mí?

— ¿No que son… amantes? Creí que lo sabías— parecía sorprendido. Y yo también lo estaba. Edward no era un simple conserje como pensé.

Cuando supe que era el hijo de Esme pensé que Edward se había independizado de su familia o que era orgulloso y quería lograr todo por él mismo. Ahora que lo pensaba bien, lo nuestro fue bastante físico. Es decir, de todo el tiempo que compartimos uno al lado del otro, casi enteramente la pasamos haciendo el amor. No hablamos mucho, ni nos contamos nuestras cosas. ¿Cuánto más ignoraría de Edward?

—Jake. No sé… no sé a dónde ir. No sé dónde está Edward— dije todavía pensando en cómo pudo ocultarme algo tan grande.

—Tengo su número, si quieres le llamo y le pregunto dónde anda— sonrió.

— ¿Tienes su número?— pregunté.

—Mmmm, sí. Aún lo conservo. A pesar de todo— dijo como si recordara algo particularmente vergonzoso.

—Jake. Para el auto. Sal de la carretera, necesito hablar contigo— le ordené. Estaba empezando a desesperarme. ¿Cuántas cosas más había de Edward que yo no conocía?

— ¿Qué pasa? ¿Nos siguen?— dijo volteando a mirar.

—No. Quiero que me cuentes algunas cosas— dije.

—Bella, hace calor, mejor vamos a tomar algo y te digo todo lo que quieras saber— dio vuelta a unas calles y entró en una playa de estacionamiento. Al menos por esa parte podía estar tranquila, no podíamos aparcar en plena calle. Cuando Mike se entere, es posible que salga a buscarnos con sus guardaespaldas.

Caminamos hacia una fuente de soda. Pedimos dos bebidas. No podía evitar girar mi cabeza constantemente hacia la calle.

—Tranquila. Estás a salvo. No creo que tu marido venga con el ejército a llevarte— sonrió.

—Mike contrató a unos tipos el otro día. Para sacarme del departamento amenazando con golpear a Edward si me resistía— le conté.

— ¿Tipos rudos? Vas a tener que encontrar a Cullen pronto para que te pueda proteger— pareció tomar todo más en serio.

— ¿Cómo sabes que el edificio es de Edward?— pregunté.

—No sé si sabes mi problema con los Cullen— dijo midiendo mi expresión. –No, veo que no. San Edward no te lo contó— se relajó un poco.

—Sólo me dijo hace tiempo que tú no tomabas en serio tus responsabilidades— recordé cómo se ponía de malhumorado Edward cuando habló del problema con Jake.

— ¿Responsabilidades?— soltó una carcajada ahogada. –Así que soy irresponsable. A ver, te voy a contar lo que pasó al estilo Black— sí que Jake no se tomaba nada en serio. Parecía que estaba a punto de contarme un chiste.

El Conserje -Terminado-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora