Capítulo 15-Parte 2

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Ese realmente era un infierno de fiesta. Louis lo había dicho una y otra vez y maldición si no había estado completamente en lo cierto.

«Completamente correcto». Harry se reía tontamente con su cuarto whiskey con coca-cola. Quizás era porque estaba borracho por primera vez desde hacía años, pero había estado haciendo esas accidentales referencias a vampiros toda la noche. Eso era divertido como el infierno.

Harry miraba a su alrededor buscando a Louis, que había ido al cuarto de baño. No había señales de él. Lo que no era realmente una sorpresa, considerando como estaba de abarrotado el lugar y lo mucho que todo el mundo parecía estar bebiendo. Tenía que haber una larga cola.

Un delgado jovencito que usaba un taparrabos blanco y nada más, chocó contra el hombro de Harry cuando pasó, dejando una mancha de brillo plateado en su abrigo.

—Whups, lo siento, —el chico balbuceó, intentando quitar el brillo y equivocándose por varios centímetros.

Harry se asomó para ver un poco debajo del taparrabo en cada paso. Louis no estaba bromeando cuando dijo que ellos tenían los trajes más conservadores. La última vez que Harry había estado ahí —«cuando vio por primera vez a Louis», pensó cariñosamente— eso era como cualquier otro lugar de barrio para ir a ligar. Esta noche se parecía más a una disco S&M* gay. (*Sadomasoquista) «Infiernos». Se reía tontamente de nuevo.

Finos y fibrados brazos se deslizaron alrededor de él, desde atrás. La barba de Louis raspaba la concha de su oreja, Louis le dio un suave beso en el cuello.

—Estás muy lindo estando borracho, cara de ángel, —Louis observó, sentándose en la silla alta situada al lado de Harry con una gran sonrisa.

Harry dio una dura mirada más o menos en dirección de Louis. Al menos esperaba que fuera una dura mirada. Entonces, más tarde esa noche, le mostraría una más alarmante inclinación para esa boba sonrisa y mucho más de la tonta risita del vampiro.

—Es 'Amo Cara de ángel' para ti, esclavo.

Riéndose, Louis le robó el vaso a Harry y le dio un gran trago.

—Bueno, 'Amo Cara de ángel', ¿quieres bailar?

Harry lo consideró. No reconocía la canción pero se oía fuerte y original, con tambores y bass lineque hacía que su corazón latiera con ese ritmo. El sonido era como sexo interpretado en música para bailar, en otras palabras, perfecta y sucia danza.

—Sí, bien. —Saltando de la silla alta, Harry colocó la correa de Louis alrededor de su muñeca y lo jaló a la pista de baile.

Una multitud de hombres sudorosos en varios estados de desnudez estaban cerca de ellos a dos pasos de la barra. Harry se acercó al cuerpo de Louis y le marcó el ritmo. Louis se movía contra él, sus brazos sobre sus hombros y sus piernas insinuándose entre las suyas.

La piel encerraba los duros músculos que chocaban con la entrepierna de Harry, «maldición se siente bien». Gimiendo, Harry se empujaba contra los firmes muslos. Se sentía maravillosamente desinhibido, a pesar de estar rodeado por una multitud de extraños. Quizás porque era una multitud de extraños que estaban locos con su propia lujuria, que todo el mundo se presionaba con el otro en algún momento. Había pasado mucho tiempo desde que él se dejaba ir de esa forma. Solo divirtiéndose, bailando con su amante.

«Su amante. Louis». Planeaba confesarle sus sentimientos esa noche.

Quizás era porque el whiskey lo había golpeado duro. Él valor líquido era una magnifica cosa.

Uno de los brazos de Louis se deslizó debajo del abrigo de Harry a sus caderas, empujando su entrepierna más duro contra su muslo, frotándola.

—Oh, joder —Harry gruñó, sus manos en la espalda de Louis mientras su hinchado pene estaba a punto de explotar contra la pierna del hombre—. Louis. Dios.

La Cebolla FelizDonde viven las historias. Descúbrelo ahora