Otro mes había pasado. No había sabido absolutamente nada de Brian en ese tiempo, ni tampoco Brian de él.
En ese momento se encontraba limpiando. Syd había ido a trabajar y él había perdido su trabajo unos meses antes de la separación porque un compañero de trabajo le había quitado el puesto. Había buscado empleo con desesperación, pero nadie lo llamaba, incluso estaba considerando buscar empleos fuera de su área de biología, como un restaurante, una tienda, chófer o incluso limpia baños.
Ya no quería seguir "molestando" a Syd. Quería comenzar a vivir solo, además así Brian no podría ir a buscarlo a la casa y no tendría que verlo.
En eso estaba, cuando nuevamente tocaron la puerta. Miró por la ventana antes de abrir, y al ver los rizos, no lo hizo.
Brian estuvo esperando durante un largo tiempo fuera de la casa, hasta que se rindió y volvió a la que anteriormente le pertenecía. Suspiró, pero no lloró, se había prometido dejar de hacerlo por él.
Al rato, Syd llegó del trabajo, contento como siempre, y le habló de su día. Luego, le contó que planeaba renunciar a fin de mes para poner un taller de pintura en su misma casa.
— Utilizaré el ático como taller —explicó—. Ya me conseguí algunos clientes, venderé las pinturas y si alguna me gusta mucho, la dejaré para mí.
— Suena increíble —sonrió Roger—. ¿Ya tienes los materiales?
— Absolutamente todo —dijo—. Solo necesitaré acomodar el ático, ¿me ayudarías?
— Claro.
Así que subieron a este a comenzar a ordenar. Roger no le comentó nada respecto a la visita de Brian. Quería fingir que no había sucedido, aunque claramente había sido así.
Sin embargo, al otro día, el timbre volvió a sonar y esta vez fue Syd quien abrió la puerta.
— ¡Syd! Hola, amigo, ¿cómo est...?
No logró seguir hablando, puesto que el mencionado le cerró la puerta en la cara con un gesto de indiferencia.
— ¡Espera, por favor no cierres, déjame hablar con él!
— ¿Quién era? —preguntó Roger cuando su amigo volvió a la sala de estar y se sentó en el sillón para seguir viendo The Big Bang Theory.
— Ah, Brian —respondió de forma corriente, como si el nombrado no mereciese mayor sorpresa.
Roger miró al suelo.
— Oh, diablos, lo lamento... —dijo Syd comenzando a disculparse rápidamente.
— ¿P-Puedo hablar con él?
Syd lo miró incrédulo y con los ojos abiertos más de lo normal.
— ¿Hablar con él?
— Sí —afirmó—. Por favor.
Syd lo miró con desconfianza, pero tras un suspiro, finalmente aceptó y Roger caminó hacia la puerta.
— Hola —dijo en un tono cercano al susurro.
— Hola —saludó el contrario sin evitar esbozar una media sonrisa. Claramente había sido un avance.
— ¿Necesitas algo?
— Los papeles del divorcio.
Roger asintió lentamente mientras sabía que se había hecho ilusiones en vano. De seguro Brian ya había encontrado a alguien más.
— Era broma —dijo el rizado rápidamente—. No... no es eso, necesito hablar contigo, por favor.
— No me gustan esas bromas —murmuró Roger.
— ¿Porque aún tienes esperanzas? —preguntó con un hilo de estas.
— No, porque aún no voy por ellos —respondió—. ¿Qué quieres hablar?
— Podemos... ¿podemos salir a caminar? Ahí podemos hablarlo...
Roger miró a Syd, quien miraba atento todo lo sucedido, de hecho, estuvo a punto de intervenir cuando Brian hizo la broma del divorcio, pero se abstuvo por cariño a Roger. Al ver la aprobación del de ojos delineados, Roger aceptó y ambos se dirigieron al parque, donde se sentaron en el pasto.
— Perdóname —fue lo primero que dijo Brian. Roger solo lo miró. No sabía qué decir o qué hacer—. Fui tan estúpido...
El rubio aún seguía en silencio.
— Aún te amo —dijo Brian tras una pausa.
Roger cerró los ojos y miró al pasto. Brian tomó su mentón suavemente para que lo mirara, pero solo consiguió que el rubio corriera la mano ajena y desviara la mirada..
— Gracias —musitó de forma suave.
— ¿Tú me amas? —se atrevió a preguntar.
— Lo hice —respondió.
— ¿Y ahora?
— ¿Qué es lo que quieres, exactamente, Brian? —le preguntó.
— Recuperarte —respondió al instante.
Miró al suelo esbozando una sonrisa triste.
— Yo intenté recuperarte por mucho tiempo y no lo logré —dijo Roger—. Porque simplemente tú no querías que te recuperara.
— No me había dado cuenta...
— ¿De qué? —preguntó—. Por favor no digas "que te amaba", porque en ese caso no debiste casarte conmigo.
— No, no eso... —suspiró—. No me había dado cuenta de lo mal que estaba.
Suspiró y apartó la mirada para recusar los hazeles que estaban atentos a él.
— ¿Y por qué debo creerte ahora?
— Porque estoy siendo honesto... lo juro.
— Hablas de honestidad cuando mil perdones me pediste sin estar arrepentido —dijo—. Cuando... cuando mil veces rogaste que te perdonara. Cuando me hacías sentirme mal por no perdonarte. Y yo acepté de iluso. Acepté de enamorado. Y terminé como estoy ahora. Con un matrimonio fallido del cual esperé más.
El contrario bajó la mirada y se llevó una mano a los ojos para limpiarse el llanto que comenzaba a acumularse.
— Sé que te hice sufrir —dijo—. Y no sabes lo arrepentido que estoy... no sabes lo mal que me siento, lo mucho que te extraño, a ti, a tus besos... todo de ti... que cuando llegaba del trabajo y siempre estabas ahí para mí aunque hayas estado tratando con un montón de imbéciles en tu trabajo... que siempre recordabas que no me gusta el espagueti con queso...
— Eso es simplemente un detalle...
— Y aún así lo recordabas. Aún así... aún así estabas ahí para mí aunque yo no lo mereciese. No entiendo como podías soportar a tus compañeros de trabajo y a mí...
— Eras mi motor —admitió en voz baja.
— Y quiero seguir siéndolo —tomó su rostro suavemente. Roger bajó la mirada.
— Brian... tú cambiaste... mucho —dijo—. Y me duele.
— Por favor... he vuelto a cambiar, mi amor, en serio.
— Ya no sé qué debo creer —dijo Roger y se puso de pie. Brian también lo hizo y lo abrazó desde atrás para evitar que se fuera.
— No te vayas por favor... no me dejes, te lo ruego, te lo ruego....
— B-Brian suéltame, por favor —pidió en un murmuro.
— S-Solo quiero que estemos juntos, por favor. Dime por favor que aún me amas... yo aún te amo, de verdad, por favor...
Roger suspiró y lo miró a los ojos.
— Lo siento.
Luego logró soltarse y comenzó a irse. Brian se le quedó mirando comenzando a llorar. Y no supo por qué terminó deteniéndose y dándose vuelta para dirigirle una última mirada.
— También sigo amándote —confesó y se fue definitivamente. Brian ahogó un llanto y se llevó las manos al rostro.
![](https://img.wattpad.com/cover/196279740-288-k908449.jpg)
ESTÁS LEYENDO
I want to fix it [Maylor]
Fanfic¿Puede un matrimonio roto volver a pegar sus piezas? [iniciado el 4 de agosto de 2019] [Emily Adler 2019] [Capítulos cortos]