Gracias Dios, por darme el gusto de conocer a mis amos Alan y Mariam, siempre los llevare en mi corazón, espero y no estén tristes por mí, los cuidaré siempre, donde quiera que este. Cerré mis ojitos y me acosté en la calle y me quedé quieta, esperando mi destino.
El carro que venía hacia Lya, observa que hay una perrita en medio de la calle y rápidamente se frena, tuvo dificultades, pero lo logra. Quedo justamente enfrente de ella.
Abrí mis ojos y me levanté de la calle, cuando sentí el calor y el ruido de un auto que estaba justamente en frente de mí. Dios me dio otra oportunidad de estar con mis amos, dándole todo mi amor, empecé a brincar de la
alegría.Del auto se bajaron un hombre y una mujer, era una pareja y se pusieron al lado de Lya.
Veo que una pareja se acerca para donde estoy yo, se ven muy amables.
—¡Mírala! Es tan pequeña y hermosa —dijo la mujer acariciando a Lya.
La mujer me empezó a acariciar mi cabecita, que bien se siente.Empecé a lamer su mano.
—Si mi amor, es una preciosura. Se ve que le encanta que la acaricien —comentó el hombre.
—Deberíamos llevarla a casa, ha de tener mucho miedo —dijo la mujer.
—¡Me encantaría! Pero dentro de poco nos mudamos a la universidad y no permiten mascotas —dijo el hombre.
—Cierto, lo siento pequeña, no podemos llevarte a casa. Lo siento de verdad —dijo la mujer.
—Mejor, vamos a llevarla a algún refugio —dijo al hombre al ver a su novia triste.
La mujer me agarró y me puso entre sus brazos, creo que me va a llevar con mis amos, me puse muy feliz.
La mujer agarro a Lya y al momento de subirla al auto, la pareja se percata que va pasando un desfile por la misma callen donde están.
Nunca había visto un desfile, llevan muchos banderines, personas, autos y música, espero que cuando regresé con mis amos podamos ir todos juntos.
La pareja se quedó admirando el desfile. En eso se detuvo la música y ven como la banda de guerra se prepara para tocar.
—Mira amor, ya va a tocar la banda de guerra —comentó la mujer emocionada.
—Si, ya veo —comentó el hombre sacando su celular para grabar.
La música estaba buena, no sé porque la quitaron, yo ya hasta quería bailar. Veo que llego una fila de personas con unas ruedas gigantes y unos palos.
El sonido de los tambores empezó a sonar.
¿Qué es ese ruido? Me lastima mis oídos. No lo soporto, me da mucho miedo. Empecé a aullar.
—Creo que deberíamos irnos, la perrita se está asustando por el ruido —comentó la mujer.
—Si, me parece lo mejor —dijo el hombre, guardado su celular en la bolsa de su pantalón.
Ya no aguanto ese ruido, como pude me solté de los brazos de la mujer y
empecé a correr con todas mis
fuerzas. Lo que quería era alejarme de ese ruido lo más rápido.—Espera perrita —gritó la mujer mientras veía que Lya se iba alejando cada vez más.
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A través de mis ojos
Historia Corta¿Crees que la vida de una cachorra en la calle puede ser fácil? Lya, pasa de tener un hogar a no tener nada. Lya, ¿Podrá superar las adversidades que conlleva vivir en la calle? ¿Podrá sobrevir sola en las grandes y desconocidas calles? o lo más imp...