—¡Muy rico todo! —exclamó el Sr. Green, llevando los platos a la cocina.
—Creo que para ti, todo lo que haga es perfecto —comentó la Sra. Green, limpiando la mesa.
—Claro, tú eres perfecta para mi —dijo el Sr. Green.
—Sigues siendo tan lindo conmigo, como cuando eramos jóvenes —dijo la Sr. Green, desde la cocina.
—No porque ya estemos viejos nuestro amor debe de acabarse, cada vez me enamoro más de ti —dijo el Sr. Green.
—¡Ayyy te amo, viejo! —exclamó la Sra. Green.
—Y yo a ti, mi amor —respondió el Sr. Green.
—Y no creas que a ti no te quiero Linda, no tengo una cama para ti, pero no re preocupes, tengo algunas cosas que te van a ayudar en esta noche fría —comentó la Sra. Green, yendo a su cuarto.
—Mi querida, sabe hacer de todo —dijo el Sr. Green, mirando a Lya.
¿Qué es lo que me hará mi abuelita? Es tan grandiosa.
La Sra. Green salió del cuarto, en su manos traía un cojín mediano y algunas colchas.
—Con esto no pasaras frío, pequeña —dijo la Sra. Green, mientas le formaba una cama a Lya —Ya esta, Linda. Con esto no sentirás nada de frío —añadió al terminar de hacer la cama.
Mi abuelita me formo una cama, es tan bella. Sin pensarlo dos veces me acerque a ella y lamí su pierna al mismo tiempo que movía mi colita animadamente. Gracias abuelita, si pudiera hablar lo primero que te diría es gracias por todo lo que has hecho por mi y que quiero bastante.
—Creo que te encanto, pero vamos, anda, pruébala —dijo la Sra. Green tomando a Lya, llevándola a su cama.
Esto es lo más cómodo en lo que he estado, y además esta muy calientita. Muchas gracias abuelita. Me acerque a ella y volví a lamer su pierna, tratando de decir gracias.
—Ay pequeña, eres tan cariñosa —dijo la Sra. Green, tomando a Lya en sus brazos.
Me encanta que mi abuela me cargue, así puedo ver sus ojos, a mi me encanta ver las miradas de las personas, porque en ellas puedo ver el amor que me tienen, y mi abuela me quiere bastante.
Inicie a lamer sus manos, me encanta dar amor a las personas, siento que así los puedo alegrar un poco.La Sra. Green respondió al gesto de Lya, acariciando su lomo y cabecita. Después de unas cuantas caricias, la bajo y la coloco en su cama.
—Buenas noches, Linda. Ya es hora de dormir, espero que tengas un hermosa noche —dijo la Sra. Green, dándole una caricia a Lya.
—Dulce noche, perrita —comentó el Sr. Green, apagando la luz.
La pareja se fue a su cuarto.
Mi segunda noche fuera de casa. Extraño a mami y a Alan, espero ya estar con ellos. Me gustaría verlos y decirle que...
Lya se quedo dormida.
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A través de mis ojos
Cerita Pendek¿Crees que la vida de una cachorra en la calle puede ser fácil? Lya, pasa de tener un hogar a no tener nada. Lya, ¿Podrá superar las adversidades que conlleva vivir en la calle? ¿Podrá sobrevir sola en las grandes y desconocidas calles? o lo más imp...