—Hasta luego —dijo la Sra. Green.
—Mucho cuidado —respondió la cajera.
La Sra. Green salió de la tienda con Lya en sus brazos, afuera de la tienda estaba un carro.
Ya solo falta segundos para conocer a la hija de mi abuelita, solo era entrar al carro y verla. La hija abrió la puerta del copiloto desde adentro y mi abuelita y yo nos subimos, y ya adentro mi abuelita cerro la puerta.
La hija es alta, flaca, de unos 25 años, con cabello largo.
—A esto te referías con tu "pequeña"
¡Es una perra asquerosa! —exclamó la hija muy enojada.—Cálmate hija, es solo una perrita. No tenía hogar y yo le estoy dando una oportunidad de que viva una vida digna —dijo la Sra. Green, tratando de calmar a su hija.
—¿Qué me calme? Te pudo pasar algo y todo por un mugroso animal —dijo la hija, alzando la voz.
—Hija, no te dejare que hables de esa manera, es solo una perrita, una perrita que necesita un hogar —dijo la Sra. Green, con una voz entre cortada.
—¿Ya vas a llorar? Mejor vámonos a la casa y allá lloras, donde yo no te vea — gritó muy fuerte la hija, sin ningún arrepentimiento.
Esta mujer me asusta, me equivoque al pensar que seria buena como mi abuelita, ¿Cómo es que le puede gritar a su madre? Me asusta demasiado, demasiado que no pude aguantar mis necesidades...
—¿Qué hiciste perra estupida? Te acabas de mear en mi carro, eres una buena para nada como todos los animales —respondió la hija gritando.
—¡Hija! Es una perrita y no sabe lo que hace, además esto paso por tus gritos —comentó la Sra. Green llorando.
—Me vas a tener que lavar al carro, yo no voy a limpiar nada. Esa perrita es tuya, así que de una vez te lo digo, si se va a quedar yo no me voy hacer cargo de ella. Y ya deja de estar llorando —comentó la hija, un poco más calmada.
—Yo te lavo el carro hija, no te preocupes por la perrita, yo me haré cargo de ella —respondió la Sra. Green, secándose las lagrimas.
—Ya estas advertida, ya voy a manejar para la casa —dijo Elina.
—¡Si! —exclamó la Sra. Green.
Siento tantas emociones, por una parte me siento triste porque no encuentro a mis amos y, también por mi abuelita, su propia hija la hizo llorar y le da ordenes como si ella fuera la madre, sigo sin creerlo, y por otra parte me siento feliz que mi abuelita me haya rescatado. No quiero pensar que su hija es así todo el tiempo, espero que solo sea por mi, pero siento que es así todo el tiempo, mi abuelita debe tener mucha paciencia para aguantarla.
De que le sirve ser muy hermosa si tiene sentimientos de bruja, creo que así le dire; bruja mala.
No sé que hacer, extraño mucho a mis amos, pero mi abuelita me necesita también...
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Nota de los Autores:Muchas gracias por leernos, nos hace muy feliz ver que ustedes se dan el tiempo de votar y comentar. Nos alegran mucho el día.
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A través de mis ojos
Storie brevi¿Crees que la vida de una cachorra en la calle puede ser fácil? Lya, pasa de tener un hogar a no tener nada. Lya, ¿Podrá superar las adversidades que conlleva vivir en la calle? ¿Podrá sobrevir sola en las grandes y desconocidas calles? o lo más imp...