Todo de mí

Capítulo 6

Taylor's POV

Lo primero que sentí al despertarme fue un terrible dolor de cabeza. No quería ni abrir los ojos.

Lentamente abrí los ojos viendo que estaba en la habitación de Kendall en la casa de sus papás. No sabía ni cómo había llegado aquí. Mi último recuerdo fue cuando peleé con Patrick y me dejó en el jardín.

Al lado de la cama, sobre el mueble había un hojita que decía "tómame" y "bébeme", me acerqué un poco para tomar la pastilla y el vaso de agua. Se me hizo tan raro que Kendall dejará esto, creí que ella se iba a poner peor que yo.

—No volveré a tomar —murmuré acostándome otra vez en la cama. Colocando mis manos sobre mi cara. —Maldito alcohol.

Rebeca's POV

Eran las 6:3o de la tarde. La cafetería estaba tranquila y por ser sábado mi turno terminaba hasta las 10, mi compañera tenía día libre así que me encontraba sola mientras leía yo antes de ti. Un libro precioso a mi parecer. Estaba tan metida en la lectura que no escuché el sonido de la campanilla.

—¿Es un buen libro?

—Lo lamentó mucho —respondí rápido cerrando el libro —señorita Kendall. —traía puestos unos lentes de sol que me impedían ver sus ojos, pero ella los levantó y los dejó sobre su cabeza dejándome ver sus ojos. En realidad eran preciosos.

—¿Que sientes? —dice con una sonrisa traviesa.

—Leer en mi lugar de trabajo.

—Una chica con hábitos de lectura es mejor que una chica en su celular, créeme —me sonrió. —ahora respóndeme, ¿es un buen libro?

—Lo és —me reí —¿quiere que se lo preste?

—Soy mas de películas —solté una suave risa —y no me hables de usted, suena tan raro.

—Creí que como es el lugar de trabajo era lo apropiado.

—Nada de eso. —sonrió —ahora ¿que me recomiendas para beber?

—Te recomendaría un Chai Latte

—Entonces quiero un café cargado y un chai Latte por favor.

—Enseguida te lo llevo a tu mesa. —respondí con una sonrisa.

Preparé las bebidas de Kendall y cuando estuvieron listas las llevé a su mesa. Ella se encontraba revisando su celular.

—¿Espera a alguien? —pregunté acomodando los vasos.

—En realidad el Chai latte es para ti —me sonrió —siéntate.

—Se lo agradezco, pero estoy trabajando —la miré con vergüenza.

—Sino mal recuerdo, trabajas para mi así que no hay problema en que te sientes —me guiña un ojo —vamos siéntate conmigo si llega alguien lo atiendes y listo.

—Está bien —me senté frente a ella. —muchas gracias.

—Eres mi amiga Rebeca —me sonrió —se que eres una persona muy tímida que no se desenvuelve con los demás, me atrevo a decir que también me consideras tu amiga ya que hablas conmigo. Creo que de a poco me estás tomado confianza.

—Kendall... yo

—Entiendo si no quieres hablar de eso —me sonrió cálidamente —mejor platícame ¿te divertiste?

—Tu casa es asombrosa —respondí tratando de evadir el tema.

—Eso no contesta a mi pregunta —habló divertida.