Rebeca's POV
—¿Cómo te fue en tu primer día? —preguntó Taylor sentada en la barra que estaba en el centro de la cocina. La cocina de su departamento era genial y muy grande, justo al centro de esta estaba una barra muy grande en la cual estaba la estufa eléctrica, el refrigerador estaba al otro extremo, todo estaba correctamente diseñado para tener todo al alcance. Era ese estilo de cocina que miraba en las películas de las casas de millonarios.
—Me fue bien. —respondí mientras comenzaba a picar las verduras. Lo hacía despacio porque ya me había cortado muchas veces.
—¿Y el entrenamiento? —sonreí inevitablemente porque me gustaba que ahora se interesaba en mi día.
—El maestro quiere cambiar de capitana, yo estoy entre las candidatas, mañana dirá quién es.
—Eso es asombroso —respondió, ella ya sabía un poco de fútbol, hace dos días le había explicado un poco mientras veíamos un partido.
Flashback
—¡Corre! —le gritaba a la pantalla emocionada.
—Taylor, va hacia su propia portería —hablé aguantando la risa.
—¡Corre para el otro lado! —gritó y yo solté una carcajada.
Fin del flashback
—¿Te dolió mucho?
—¿Qué cosa? —pregunté.
—Tu tobillo —Levanté un poco mi pantalón y le mostré mi tobillo vendado.
—Un poco, supongo que ya me acostumbré al dolor —respondí y era verdad, solo me quejaba cuando el dolor era demasiado fuerte, si era algo leve prefería ignorarlo.
—¿De dónde sacaste la venda?
—En mi mochila siempre traigo cosas que me sirvan por si me lesiono entrenando —expliqué.
—Oh
—¿y a ti como te fue hoy?
—Aburrido —suspiró —por tu culpa casi me duermo en clase.
—¿Mi culpa? —me reí mientras ponía un poco de aceite al sartén —tú me marcaste.
—Pero tú me seguiste hablando —negué con la cabeza. Ella dio un brinco de donde estaba sentada —Voy a tomar una ducha rápida ¿vale? —asentí con la cabeza. —pon algo de música —otra cosa genial de su departamento es que tenía bocinas en todos los lugares, así que la música se escuchaba en donde estuvieras. Taylor me pasó su iPad para que pusiera la música.
—No tardes, la comida estará en unos 30 minutos.
—Veré que puedo hacer —me reí y ella se fue a su habitación a bañar.
Ya estaba muy familiarizada con el lugar, pero no me gustaba sobrepasar los límites, así que solo me movía en la cocina, ya sabía dónde estaban las cosas así que las encontraba con facilidad. Puse algo de música y seguí haciendo la comida, tal como le dije a Taylor la comida estuvo lista en 30 minutos, lavé todos los trastes que había usado, serví todo en los platos y acomodé todo en el comedor.
—¿Qué tomaste? —apareció Taylor después de unos minutos.
—Un antiinflamatorio —respondí guardo el bote de pastillas en mi mochila —siento algo de molestia en mi tobillo, nada grave —aclaré al ver un gesto preocupado. —vamos, toma asiento —jale la silla esperando para que se sentara.
—Gracias, huele delicioso.
—Espero y sepa igual —me senté delante de ella.
—Yo creo que si —había cocinado pollo a la crema, era una receta que acaba de aprender. —y bien, ¿Por qué se tiró la chica así? —refiriéndose a la barrida —es decir, son del mismo equipo.
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Todo de mí
Teen FictionAlgunas veces la persona que menos esperamos termina a nuestro lado.