Capítulo 1 |Tal vez.

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—Tranquila, pequeña

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—Tranquila, pequeña. Ya verás que tu vida mejorará de ahora en adelante —susurró Gohan con melancolía al ver el estado de la felina; esta maullaba con dolor y temblaba, buscando desesperadamente calor en el cuerpo contrario.

No podía entender cómo los humanos podían llegar a ser tan crueles con seres indefensos. No llevaba mucho yendo a la preparatoria ni viviendo una vida relativamente normal, pero, en aquel corto lapso de tiempo, había visto la maldad que mucha gente poseía, y más siendo él el Gran Saiyaman. Era un tanto irónico ya que desde niño luchaba por el bienestar de todos los terrícolas por igual, pero ver eso...
El Son suspiró, dejando de pensar en aquello y concentrándose en su problema actual: su mamá. ¿Cómo iba a llegar a su casa y decirle que traía a una híbrida? ¿Que quería que la cuidaran hasta hacerla recuperar? ¿Que quería adoptarla si lograba salvarla?

—Dios... —susurró el pelinegro sacudiendo su cabello húmedo con ansiedad, intentando buscar una buena solución y excusa.

Todo iba a ser un caos, no cabía duda.

Al llegar a su hogar, ajustó a la gatita mientras acomodaba su mochila, preparándose mentalmente para el posible regaño por llevar a un animal a la casa sin permiso alguno. Aún así, no iba a echarse atrás con su decisión: salvaría a la felina como diese lugar, y no le iban a hacer cambiar de opinión. Quizás no podría ayudar a todos los híbridos que sufrían, pero lo iba a intentar con ella.

—¡Ya llegué! —Saludó Gohan al llegar a la entrada, quitándose como pudo los zapatos ya que procuró no lastimar a la pequeña.

—¡Al fin llegas, hijo! Me tenías preocupada por la tormenta... —comentó Milk haciendo acto de presencia, pero frunció inmediatamente el ceño al notar que su primogénito traía algo en brazos—. ¿Qué es eso, Gohan?

—Em... —titubeó, con nerviosismo carcomiéndole internamente. Ergo, los cortos quejidos de la pequeña le quitaron aquella sensación de golpe—. Antes de que me reprendas, ¿podría ir a secarla y cubrirla? Puede enfermar más gravemente —intentó persuadir el de ojos negros, mirando con súplica a su mamá.

Milk observó la notoria preocupación de su hijo, y no pudo evitar recordar a Goku y su sentido de ayudar a los demás, por lo que terminó por ceder después de unos segundos.

—Está bien, pero después hablaremos seriamente, Gohan —amenazó la matriarca de la casa, yéndose nuevamente a la cocina para terminar los últimos toques para el festín de la cena.

Gohan no perdió el tiempo y se dirigió con con prisas a su habitación, sin reconsiderar en que él también podría enfermar por tener su ropa húmeda; poco o nada le importaba en esos instantes. Su prioridad era aquella felina.
Terminó de desvestir a la infante para colocarle una de sus playeras (que le quedaba gigante por la gran diferencia de tamaños) y meterla en la cama, echándole un par de sábanas encima para resguardarla del frío. No tenía ni la menor idea de cómo cuidar a una híbrida, mucho menos qué se debía hacer en esas situaciones, pero lo más lógico era hacerla entrar en calor tras estar tanto tiempo bajo la lluvia, ¿no?

Rezaba internamente porque fuera así.

—¿Hermano? —Oyó la vocecita curiosa de Goten detrás suyo, lo que lo hizo voltear—. ¿Trajiste a una niña? —Preguntó con extrañeza. ¿Acaso le había llevado una compañera de juegos?

—No, Goten. No es una niña —inquirió el mayor, dándole una tenue sonrisa al notar la gran curiosidad que poseían los ojos de su hermanito—. Es una híbrida; una humana con genes felinos.

—Oh. ¿Es como nosotros? —Cuestionó con impresión, acercándose más a la fémina y observando las orejas gatunas que poseía junto con unos pequeños colmillos sobresalientes; ella respiraba por la boca en esos momentos, de ahí el por qué podía verlos.

—Podría decirse que sí... —susurró pensativo el estudiante, pero rápidamente centró su atención en la minina tras captar que comenzaba a maullar de dolor mientras se retorcía, temblando—. Tranquila, aquí estoy, ¿sí? Ya nadie te va a volver a hacer daño. Te lo prometo —murmuró con cariño. Acercó su mano izquierda y empezó a acariciar los cabellos azabaches, rozando sutilmente con las orejas de gato, y se sorprendió al oír un leve ronroneo entre los quejidos. Casi al momento, notó cómo esta repegaba su cabeza suavemente contra la palma de su mano, buscando más caricias, y sonrió con ternura—. Ya no volverás a estar sola.

Y vaya que no mentía.

❰ ・ ❐ ・ ❱

—¿Y bien? —Exigió Milk al finalmente verlo sentar en la mesa después de contemplarlo dando muchas vueltas por la casa.

—Yo... no podía dejarla simplemente en la calle, mamá —confesó el chico al tanto que jugaba vagamente con su comida—. Está malherida y desnutrida. Sería inhumano no haber hecho nada.

La de chongo suspiró, sabiendo desde el inicio que algo así le iba a contestar. Después de todo, se trataba de Gohan; él se caracterizaba por ser bastante noble, tal y como su padre, y aquello le enorgullecía en el interior; aunque, en algunas ocasiones, ese sentido de ayudar al prójimo les traía problemas.

—¿Estás totalmente dispuesto a tomar la responsabilidad de cuidarla? No es un juguete o un libro. Es un ser vivo que tiene necesidades al igual que uno —aclaró con seriedad la esposa de Goku, expectativa.

—Lo sé, mamá. Yo..., a mí realmente me gustaría adoptarla —declaró con firmeza, alzando por fin la mirada de su plato—. Prometo no descuidar mis estudios y hacerme cargo de ella.

—De acuerdo, pero primero veremos qué sucede en estos días —habló Milk al tiempo que se levantaba de la mesa, emprendiendo camino hacia la cocina para dejar sus trastes. Como de costumbre, había terminado antes que todos.

—¿E-eso es un sí? —Preguntó con emoción el de mechón en la frente, sintiendo su pulso acelerar. ¡Era la primera vez que su madre accedía a una petición de ese tipo!

—Es un tal vez —corrigió estando de espaldas, no pudiendo evitar sonreír de lado al notar la alegría de su hijo.

Hacía mucho que no veía un gesto tan sincero e infantil en él, y eso la reconfortaba.

Hacía mucho que no veía un gesto tan sincero e infantil en él, y eso la reconfortaba

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-Lindassj1

𝐆𝐚𝐭𝐢𝐭𝐚 |GoнαɴхFeмαle!OC| [Drαɢoɴ Bαll] (Sin editar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora