𝐆𝐚𝐭𝐢𝐭𝐚 |GoнαɴхFeмαle!OC| [Drαɢoɴ Bαll] (Sin editar)

Capítulo 13 |Culpabilidad.

Mitsuki se encontraba revolviendo su cereal con leche de manera monótona y comiendo de vez en cuando, con un semblante decaído, cosa que no pasó por desapercibido de los demás integrantes de la familia Son. Le habían preguntado si le pasaba algo, pero ella había negado diciendo que aún se sentía un poco mal de su estómago, que no se preocuparan. Lo cual era una completa mentira, claro.
Estaba preocupada, preocupada y dolida.
Gohan la había esquivado desde lo que había ocurrido después de que él llegó a la escuela el día anterior, ¡y no entendía por qué! Su amo le había dicho que iba a encontrar la solución a su problema, ¡y lo encontró! Desde que había hecho esa cosa rara con sus cuerpos... se sentía bien; era como si estuviera aliviada y tranquila.

Pero Gohan a cambio..., ¡ni siquiera se despidió de ella al irse a la escuela! Cuando se despertó, él ya no estaba. Y estaba desanimada, el Son jamás le había hecho algo así. ¿Por qué de repente la estaba esquivando? ¿Por qué? ¿Qué había hecho mal?

—¡Mitsu, Mitsu! ¿Jugamos? —Preguntó Goten tironeando de su playera, haciéndola salir de sus pensamientos.

—Claro, Goten —aseguró y se inclinó el plato hondo de su cereal, terminándoselo rápidamente.

Ella sabía que había una cosa le molestaba demasiado a Milk, y esa era que dejaran comida. Aunque no tuviera nada de apetito, prefería forzarse a comer y no hacerla rabiar; nadie quería enfrentarse con la matriarca enfurecida. Todos le tenían miedo a la esposa de Gokú cuando estaba en ese modo.
Al colocarse de pie, sintió un leve tirón en su cadera, lo que le hizo poner una mueca de incomodidad; venía sintiéndose así cada vez que hacía un movimiento rápido, y también sentía una leve incomodidad en su entrepierna. A pesar de ello, fingió como si nada pasara y siguió a Goten.

Extrañaba a Gohan.

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—Estoy en casa —avisó sin muchos ánimos el hijo mayor de los Son, quitándose sus zapatos en la entrada de manera un tanto tensa.

No le había ido nada bien, estaba todo alterado y desconcentrado en la escuela, incluso siendo el Gran Saiyaman, cosa que no le había pasado por desapercibido a sus amigos; aunque él se había excusado diciendo que no había dormido bien.
Y no mentía del todo ciertamente: en la noche había estado sumamente preocupado, tanto que casi que no había logrado conciliar el sueño.
Al no ver a Mitsuki recibiéndolo, en cierta forma lo alivió, pero por otra parte le hizo preocupar; ¿acaso ella estaba enojada con él? Si era así, no la culpaba, se lo merecía, era un idiota de primera.

Sentía que no tenía perdón lo que había hecho.

Saludando a su mamá y agarrando un vaso con agua simple, se dirigió a su cuarto sintiendo la tensión en su cuerpo incrementando. Se detuvo frente a la puerta, con el pulso acelerado y con grandes ganas de huir, pero tenía que enfrentarse a lo que había hecho, no podía esquivar por siempre sus problemas, y más siendo de ese tipo.
Abrió la puerta y notó que las luces estaban apagadas, pero se percató que había un bulto en la cama, lo que le hizo suponer que Mitsuki estaba allí, durmiendo.