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Mientras terminaba de arreglarse frente el espejo observó sobre el mueble aquel perfume que su madre le había regalado, la tomó entre sus dedos viendo el cristalino envase recordando que olía tan bien como un omega, era una locura él no era un omega, y esa única vez que la uso nunca debió ocurrir, Hoseok le había dicho que olía muy bien haciendo que sus ilusiones despertaran una vez más. Regresó el envase acomodando el abrigo de diseños coloridos, mismo que su clan había hecho para él. Viéndose arreglado salió y caminó al segundo piso donde estaba la gran habitación del alfa líder, ese acostumbrado recorrido desde que era un chico de 14 años, ahora mayor ya se había acomodado a ese estilo de vida.

Era muy temprano, apenas estaba saliendo el sol, pero tanto el alfa como el segundo al mando deberían de estar a primeras horas de la mañana dispuestos para su manada, giró la perilla y entró con una obscuridad visible, el aroma a pino llegó una vez más a sus fosas nasales sintiéndose un poco tímido, hizo caso omiso a sus emociones yendo al ropero para sacar las prendas que el pelinegro se pondría en el día, Hoseok le decía que no era necesario, poco le importaba, era su deber y un gran honor. Puestas las ropas en una mesilla fue a las ventanas para abrir las cortinas dejando entrar la luz de los primeros rayos de sol, se volteó observado el pecho desnudo del alfa, cabellos negros cubriéndoles los ojos y labios abiertos sacando pequeños aires, era un vil deleite a sus pupilas.

—Señor Hoseok ya es hora... —murmuró en voz baja.



Hoseok se removió en sus sábanas ante esa conocida voz, se sentó mostrando que solo traía una pieza de ropa interior y abrió sus ojos observando la ventana, lo primero que vio fue esos cabellos rubios moverse por al aire mañanero, el pequeño perfil expresivo perdido en el exterior y esos labios color cereza, los rayos de sol que se colaban lo hacían ver como una criatura divina, hermoso como siempre lo había sido. Podía quedarse todo el día observándolo, pero tenía responsabilidades y quería saber por qué esos ojos chocolates no estaban sonrientes.

—Te noto callado ¿Todo bien Tae? —llamó su atención al mismo tiempo que se levantaba de la cama, siendo muy consciente que estaba semidesnudo.

—Si todo bien Hoseok —se volteó de nuevo hacia la ventana simulando que algo allí captó su atención. Debería estar acostumbrado a mirarlo en paños menores, es decir lo estaban cuando solían bañarse juntos en el lago hasta hace poco que cumpliera los 12 años, así como verlo sin camisa en sus entrenamientos, pero nada de eso sirvió, su corazón y sus mejillas recibían un golpe por ver su piel.

—Cierto, hoy me pasaran la lista de mis potenciales parejas. Aun no estoy de acuerdo, no quiero enlazarme con alguien todavía —agarró su cuello un poco molesto —Estoy esperando mi destinado... ¿Puedes retrasar la unión?

—Los ancianos me pidieron personalmente conseguirte un omega. No puedes retrasar más esta unión —suspiró incomodo ante lo que hablaban, varias veces habían tenido esta platica atrasándola lo más que podían —Se que de pequeños soñamos con una pareja destinada, pero es imposible debes como líder enla...

—¿Estás bien con esto? — le preguntó tratando de esculcar sus sentimientos mientras tomaba las ropas que estaban en la mesita para ir al baño a darse una ducha.

—¿Eh? —lo miró un poco nervioso, el alfa no debería darse cuenta, jamás.

—¿Estás bien por enlazar sin amor a tu mejor amigo a un omega? —se acercó solo un poco buscando algo en el reflejo de su mirada, pero no había nada que una confusión.

—No será así, yo no quiero que estés con alguien que no ames, por eso escogeré a los ideales en los que podrás enamorarte... solo es cuestión de conocerlos para empezar a quererlos... —eso se escuchaba tan falso al decirlo en voz alta, al contrario a como sonaba en su mente.

—No lo creo Taehyung —no quería empezar el día con mal humor por ello —Eso no pasa de la noche a la mañana, no es así. Sabes, gracias por despertarme, hoy terminaré de arreglarme solo —caminó rápidamente en el baño sin comprobar la mirada de su amigo.



Se recostó en la pared afuera de la habitación del alfa, estaba confuso, sabía que el alfa le molestaba el tema de enlazarse con un omega, pero debía de entender que solo era cuestión de tiempo para que escogiera un omega y tenga un cachorro progenitor, aun si se estuviera resistiendo y esperando a su destinado, porque puede que nunca llegara. Él también lo creía, aquellos destinados no existían, aunque muy en el fondo quería que un destinado llegara para olvidar completamente a Hoseok. 



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 ¿Qué les parece la historia?

Bye cielitos

Rabitta

A tu lado (HopeV)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora