A tu lado (HopeV)

7

Apenas dejó todo listo, fue a su habitación para sacar unas pocas prendas antes de ir a ese lugar dispuesto a relajarse, por eso casi no se dio cuenta que sus lágrimas caían en su rostro mientras ordenaba ese pequeño bulto.

No quería estar allí y menos saber qué era lo que hacían.

Tomó sus cosas apresuradamente, cerró las puertas traseras disponibles para correr con todo lo que sus pulmones le permitían. El frio del anochecer golpeó su rostro y el sudor mojó su delgado cuerpo que solo contenía una ligera prenda, sabía que esto sería algo malo si desde hace días ya se sentía enfermo. Posiblemente lejos, se encaminó a su destino pensando que era momento para darse por vencido, pero todo parecía estar en su contra, porque en su mente cruzaban todos esos recuerdos y momentos vividos con su amigo.

¿Por qué no podían estar juntos?

Aunque sea de modo secreto.

Subió una última roca llegando al hermoso claro, se sentó en el suelo liso mirando hacia arriba, la vista del cielo era espectacular y más si era de noche donde se podía apreciar cada una de las estrellas. Se acomodó en sus pocas prendas para cubrirse del frio que sentía. Allí cerró sus ojos aspirando el aire con aroma ligero a pino, propios de los árboles, pero que lamentablemente hicieron que empezara a sollozar, sus mejillas se tornaron rojas al igual que los labios que mordía.

Ese era su lugar favorito con Hoseok, aquel que descubrieron de pequeños al escaparse de sus padres, donde contaban todos sus sueños o aventuras por cometer, en el que se recostaban horas y horas contando solo las estrellas.

Lloro por haber perdido.

*

Suficiente de haber estado sumergido en los recuerdos y que su nariz este roja por el llanto tuvo que levantarse para regresar y enfrentar todo lo que estaba por llegar. Su cuerpo se sentía cansado y enfermo, era seguro que tenía fiebre. Avanzando con total torpedad en el camino pedregoso se dirigió al palacio, el frio aún seguía presente en su cuerpo tratando de buscar calor de nuevo sin conseguirlo, por eso al llegar a su habitación lo primero que decidió hacer es acurrucarse en sus sábanas, pero sin antes tomarse un merecido baño al malestar temperamental en su cuerpo. Caminó hacia el baño con las piernas cansadas, pero sus fuerzas fallaron desvaneciéndose allí.

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Ay :)

Rabitta