Reencuentro

Narrador por Emilio.

EL destino nos volvió unir y después de llorar tanto tiempo pensando que te perdí, vuelve a sentir la luz del sol, vuelvo a mirarte y ten por seguro que luchare contra viento y marea, para que nadie vuelva a apartarte de mi, volveré a enamorarte y haré que tu brillo sean tan intenso que me ciegue al verlo.

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Me encontraba caminado por las calles de la ciudad, quería sentir el viento, quería imaginarlo a mi lado, caminando tomados de la mano, aunque fuera solo imaginación se sentía tan real, pero como si el destino estuviera a mi favor lo vi entrando aquel restaurante acompañado de nuestras amigas, mi corazón reacciono, comenzó a latir rápido, sabia que aunque sea de lejos quería seguir observándolo, y ahí estuve, viéndolo desde afuera, viendo como comía, reía y cuando se puso a bailar, podía sentir la enorme sonrisa que tenía en mi rostro.

Habían pasado un rato desde que comenzó a bailar con nuestros amigos, pero note que se comenzó a sentir mal, quería entrar, pero no se si era lo correcto, se veía que estaba apunto de desmayarse, ya no me importo si era lo correcto, iba a entrar, pero el me gano salió del restaurante.

-¿Estas bien?- Lo tome en mis brazos, evite que callera, recargo su cabeza en mi pecho, lo rodee con uno de mis brazos, mientras que con la otra mano sostenía una de las suyas, alzo su cabeza para mirarme, nuestros ojos se conectaron, como lo hacían hace cuatro años, en ese instante solo éramos él y yo, pero luego cerro sus ojos, miraba hacia dentro del restaurante en busca de mi amigos pero no notaron que el ya no estaba, seguían bailando, así que sin pensarlo lo cargue y me lo lleve, decidí que luego le mandaría un mensaje a uno de ellos avisándole que me lo lleve.

Al llegar a mi auto, lo recosté en el asiento de copiloto, me quite mi chamarra y se la puse encima, me subí al carro y comencé arrancar, lo lleve a mi casa, sabía que mi mamá se sorprendería ya que aún no le decía que Joaco estaba vivo.

-Hijo que tal te.. ¿Pero quien es?- Pregunto mi madre al ver que cargaba a una persona.

-Es Joaquín mamá-.

-Ha Joaquín, espera ¿Cómo que Joaquín? -.

-Mama ahorita te explico, lo voy a llevar a mi cuarto-.

-E..está bien-.

Subí a mi habitación y lo recosté en mi cama, le quite sus zapatos y lo tape con una manta, se veía tan lindo durmiendo, tan inocente, era igual a como lo recordaba, aunque ya tenia cuatro años más, sin duda no cambio, era el mismo Joaquín del que me enamore.

Decidí dejarlo descansa y salí de la habitación además debía de contarla todo a mi madre, no quería que pensara que me volví loco, pero antes de salir guarde todas las fotos que tenia de el, no quería que se despertara y al verlas pensara que lo estoy acosando.

-Ahora si mamá déjame te cuento todo-.

-Por favor, ¿Cómo esta eso del que el chico que tenías en tus brazos es Joaquín'-?

-Es que si lo es-.

-Pero si el está muerto-.

-Eso pensábamos todos, pero hace unos días Brenda lo encontró en Madrid-.

-Pero ¿por qué no hizo creer que había muerto? -.

-Por que no tiene recuerdos, no sabe quien e, ni nada de su vida-.

-Hay Dios pobre de mí Joaquín, debió surfir mucho al no recordar ni su nombre-.

-Si, pero ahora esta aquí con nosotros y haremos que recuerde todo-.