Ante el dedo que lo incriminaba, el señor Conejo retrocedió, con el rostro sonrosado a un punto extremo. La falta de luz le dio un toque demoníaco a sus pupilas dilatadas que bailaban al compás de la flama de la vela y revelaban un infierno de ira que no podría ser contenida por mucho tiempo.
Reina supo en cuanto Conejo se giró que su seguridad corría peligro, pero su orgullo la tenía paralizada. No se permitiría demostrar miedo.
El señor Conejo se abalanzó sobre Reina Roja con lo único que tenía a la mano: la vela. La tomó como un puñal y la clavó de lleno en la cara. La mujer no pudo gritar porque su agresor le metía a empujones su propio cabello a la boca, sólo pudo emitir sonidos estrangulados que morían con ralidez. Por el peso de él sobre ella, solo podía clavarle las uñas con tal fiereza que le cortaba, la sangre goteaba en el piso.
Liebre y Cheshire corrieron a separarlos mientras las dos restantes seguían en shock.
Al despegar a Conejo de Reina, se pudo contemplar lo que resultó de su rostro. La llama había incendiado una de sus cejas pelirrojas dejándola chamuscada y ardiente y con las punta ardientes todavía, la cera corría como lágrimas hacia abajo de un ojo que estaba totalmente cerrado y negruzco, y todo el resto de sus facciones se contorcionaban mientras la mujer vomitaba su propio cabello.
El cadáver se veía hermoso en comparación.
—¿Entonces es cierto? —preguntó Alicia. Al final de su pregunta, su voz se quebró un poco y tuvo que tragar.
—No, no, no, no... NO. NO. NOOOOO —El señor Conejo se golpeó la cabeza varias veces contra el la pared antes de continuar—. ¡No pueden creer que he sido yo! ¡Yo no lo hice!
Alicia guardó silencio.
—Nunca, nunca, nunca, nuuuunca lastimaría a una niña. ¡Y menos para hacerle daño a usted, señorita Alicia!
Conejo corrió a sus pies y Cheshire se tensó temiendo que fuese a hacerle daño, pero el panzón solo intentaba arrodillarse y llorar ahí.
—¿Y por qué no avisaste del cuerpo?
—Porque... todos lo saben... y es que... —Se limpió los mocos con los tobillos de Alicia, quien lo pateó en la nariz para quitarlo—. Todos lo saben... el primero en encontrar el cuerpo siempre es el culpable para la policía.
—¡Pero mira por lo que me has hecho pasar! Los ojos de esa niña... nunca los voy a sacar de mi cabeza. —Alicia contuvo la respiración.
Todos revivieron la escena, la sonrisa ensangrentada de la niña en una mueca diabólica, el aire pesado de la muerte instalándose como nuevo huésped y el parecido del cadáver con Alicia más la falta de explicación a todo. Vivían una pesadilla.
—Yo no creo que él sea culpable de nada por una sencilla razón —espetó Luna cruzada de brazos.
Todos, sin excepción, voltearon a verla. Ella los miró a cada uno un segundo y luego se dispuso a señalar algo que ella no lograba comprender cómo es que nadie lo tenía en cuenta.
—Él no fuma.
ESTÁS LEYENDO
Motivo para matar [COMPLETA📚]
Mystery / ThrillerAlicia no vive en el país de las maravillas, vive en un pueblo donde siempre llueve y no hay nada de luz. El sombrerero loco no es su amigo, y está tan cuerdo que crea para ella un juego que intenta hacerla "perder la cabeza". "Alicia, Alicia... ¿...