Rojo carmesí

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Un mar se derrumba,

mientras yo observo.

La taza de té se ha enfriado.

Dedos carmesí inquietos.

Entre estas paredes estáticas

todo parece congelarse.

Pero mi mente se está consumiendo en el fuego del recuerdo.

Nada ha sucedido realmente,

no hay nada qué recordar.

Salvo la hoja burlona que yace a mi costado.

La demencia en tus pupilas me mostraste.

Nunca nadie se lo habría esperado.

Pero en un arrebato de locura todo me has arrebatado.

Te has ido, querida, como un ave de presa.

Te has ido, mi amor, mientras el mar se derrumba.

¿Será que podré perdonarte en otra vida? ¿O mis penas se quedarán vagando en este mundo terrenal?

Te has ido, mi vida, y el mar se ha derrumbado.

Me has dejado entre estas paredes estáticas que congelan este agónico momento, en donde la taza de té se ha enfriado, y en mi regazo yacen dedos carmesí inquietos.

ReminiscenciasWhere stories live. Discover now