Estaba preparandome para poder ir al dichoso encuentro familiar, mientras mas lo pensaba menos quería asistir, no solo porque no me agradaban en lo absoluto sino porque me parecía extraño una reunión en estas fechas, es decir. ¿Por qué no me avisaron antes?, supongo que no importaba mi opinión, en fin estar rodeadas con un grupo de personas que siempre te critican absolutamente todo, desde la manera de vestirte hasta como hablas o te expresas es algo desagradable. Igual tengo que ir o sino mis padres se molestarían demasiado y no quiero volver a lo de antes, hace mucho que mi madre no se enfada y me gustaría seguir así.
Me paré en frente al espejo mientras me miraba, un precioso vestido turquesa que me quedaba tres dedos de distancia de la rodilla, era perfecto. Mientras me miraba y daba una que otra vuelta sobre mi misma no pude evitar pensar en Patrick... él ya no quería saber nada de mi, ni siquiera me dijo el porqué de eso.
Me senté en el borde de mi cama pensando y tratando de no derramar una sola lágrima, me dolía, si, pero no debería de llorar ya e sufrido demasiado simplemente quizá todo sea una broma... si, eso debe de ser.—Toc, toc, toc. —Adelante, grité.
—Ya debemos irnos, vamos. — Solo asentí mientras agarraba mi mochila, últimamente la llevaba para todos lados, es indispensable. También le di una última mirada al espejo. Eran exactamente las 21:00 del Sábado, la reunion se haría en la granja de uno de mis tíos, la verdad que de pequeña me gustaba mucho ir a su casa, era verdaderamente divertido poder estar con los animales y jugar por todo el campo, encantador.
El viaje era un poco abrumador, quedaba a una hora y media de distancia. Mientras yo me dedicaba a mirar la ventana mis padres conversaban de temas totalmente aburridos, por ejemplo, el trabajo o como se verán mis tíos, primos, etc. Estaba tranquilamente cuando paramos en unos de los semáforos y un auto llama mi atención, uno deportivo tan similar a el de... Solo esperaba que el semáforo se cambiara lo mas rápido posible para que no se diera cuenta que estoy parada justo al lado de el, maldición. Veo como la ventana del conductor se baja dejando ver a Patrick con un cigarrillo en la mano, lo desconocía totalmente el no era de consumir ese tipo de cosas ni siquiera alcohol porque al ser deportista no le dejaban o si no lo sansionaban.
Al verme trato de sonreír, pero algo o mejor dicho alguien le hizo girar la cara, no podía creer que por ella me hubiese dejado, Alexandra. No podía creerlo ahora si que estaba rota del todo, ella muy cínicamente me sonrió como diciendome ''gané, siempre lo hago''. El semáforo se puso en verde dándonos paso para irnos, simplemente miré hacia adelante exactamente estaba escondida detras del asiento del acompañante y mirando este mismo, mientras trataba de que mis lágrimas cesaran, no quería que luego viniera un cuestionario o un ¿qué te pasó en la cara? Media hora despues nos encontrabamos en la entrada de la granja de mis tíos, al bajarme me di cuenta que no había cambiado mucho solo estaba un poco gastada la pintura pero luego todo estaba igual o mejor. Mis tíos salieron a recibirnos con una amplia sonrisa.
—¡Hola! tanto tiempo que no los veíamos, en especial a ti Grecia, estás cambiada... — Lo dijo examinándome y parándose en mi vestido, como si este de alguna manera le molestara, nunca me agrado mi tía en realidad tenía ese título por ser la mujer de mi tío o sino nunca tendría relación con ella. Observándola vi que vestía un enterizo realmente exagerado, muy glamuroso para estar en una granja. Con una sonrisa no tan sincera le conteste.
—Si... y tu te ves exactamente igual.
Sé que eso la iba a enfadar, pero ¿a quién engaño? no me acuerdo como se veía. Así que mi respuesta fue totalmente sincera.
Luego de eso saludo a mis padres y yo me dedique a saludar a mi tío y luego entrar, realmente no imaginaba que toda mi familia por parte materna y paterna estuviera aquí.Si les está gustando la historia no olviden
V o t a r y c o m e n t a r ✨
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Huracán adolescente (REESCRIBIENDO)
Teen FictionGrecia, una adolescente como cualquier otra. Al menos eso es lo que quiere creer, pero no es así. ¿Será por todas las agresiones que sufre a diario o por el poco cariño de su familia? En el último año de instituto sus más oscuros secretos, junto...