Grecia, una adolescente como cualquier otra.
Al menos eso es lo que quiere creer, pero no es así.
¿Será por todas las agresiones que sufre a diario o por el poco cariño de su familia?
En el último año de instituto sus más oscuros secretos, junto...
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—Mira, con los chicos hemos estado reuniendo todo tipo de pruebas contra Alexandra y los malditos que te hicieron eso en la fiesta. Tenemos las cintas de video que la involucran con los afiches, también tenemos los afiches, además que conseguimos muchas fotos de la fiesta. Podríamos usarlas contra ella. Hasta llevarlos a juicio, mandarlos a la cárcel, hacer que paguen por todo de una vez por todas. — Estaba en verdadero pánico, no podía volver a verles la cara a esos tipos, no luego de todo lo que me hicieron pasar.
—Agradezco todo lo que están haciendo por mi, ¡pero como fueron capaz de hacer todo esto y no decirme ni una sola palabra!, sé que en ese entonces nosotros estábamos... ¿peleados? se podría decir, ¡pero esto es delicado!
No estaba enojada, estaba nerviosa, asustada, entrando en un corto circuito. Caminaba de un lado a otro como loca mientras negaba con la cabeza y decía cosas sin sentido alguno.
—Grecia... para, por favor, ¡Grecia basta! — Me quedé estática, él me estaba sosteniendo de mis hombros mirándome fijamente a los ojos.
—Todo estará bien, nada saldrá mal, debes confiar en mi, nadie te hará daño yo y los chicos te protejeremos, estaremos contigo en todo el proceso, nada malo sucederá. Tienes que vivir sin pensar que quizá mañana Alexandra te pueda hacer algo, tienes que ser libre poder salir sin miedo. No puedes permitir que unas personas te quiten todo, tienes que hacer algo al respecto, esto es ese algo.
—¡Pero tu no entiendes! esto pasó hace meses, de seguro no les harán nada Patrick. Hasta podrían decir que no se que yo me habré dejado, además ¡ella me va a querer matar luego de todo esto! — Hablé exaltada.
—No sera así, Tom es el mejor abogado del país, no conozco un solo caso que el haya liderado en el cuál el lo haya perdido, ni uno solo. Siempre los gana a todos, además el siempre tiene un As bajo la manga, podremos decir que ella te tenía amenazada hasta que te diste cuenta que necesitabas hablar, decir todo lo qué pasó. Yo también hablaré en contra de ella, yo se de lo que ella era y es capaz de hacer. Los chicos también hablarán, Luke y Tristan estarán ahí, tienes nuestro apoyo, estarás realmente segura. De eso no hay duda, lo prometo.
Luego de un rato,mientras le decía que necesitaba procesar todo esto fui a hacerme un café. Para así poder analizar bien la situación haciendo un pros y contras en mi mente. Más tarde al acabar de beber mi bebida hablé.
—Bien, acepto, hay que hacerlo, no quiero seguir teniéndole miedo, ya no. — Patrick solo asintió.
Nos quedamos un rato mas hablando de lo que se aproximaba o lo que podría suceder en los días siguientes hasta que él se tuvo que marchar. Ahora tendría que decirle a mamá absolutamente todo, yo ya era mayor y podría hacer esto sola, pero quería que ella supiera todo esto.
Golpee la puerta de su cuarto para despues entrar en la habitación, me senté al borde de la cama y la miré sin decir palabra alguna, me sentía un poco nerviosa, con ganas de llorar. No sabría cuanto demoraría sin hacerlo, pero aún así tenía que decirlo de una vez por todas. Mi madre me miraba tratando de descifrar que pasaba en mi cabeza, en que pensaba tanto. Le dije que tenía algo que decirle, así que lo hice, con cada palabra que salía de mi boca mi madre se desmoronaba más y más, no pudo reprimir un gran sollozo cuando comencé a narrarle lo que aquellos chicos me hicieron en esa fiesta, como ellos abusaron de mi, yo no podía controlar mis lágrimas tampoco. Cuándo terminé de contar esa tortura le dije lo que Patrick tenía en mente, lo que pensaba hacer, en ese momento la abracé a más no poder.
—Soy una madre terrible, como no me pude haber dado cuenta, cuando faltaste por varios días al instituto y ni siquiera probabas bocado alguno... yo... — Estaba realmente rota, no pude hacer mas que tratar de consolarla y decirle que eso ya había pasado pero que ahora necesitaba que ella me apoyara, necesitaba a mi madre a mi lado, con una mirada de ''todo estará bien''.
Esa noche dormí con ella como cuando era pequeña, me sentía de algún modo completa del todo. Mis piezas rotas volvían lentamente a su lugar después de tanto tiempo.
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