Días pasaron y se hizo presente el más anhelado... si, tendría la tan esperada cita con Patrick, realmente no sabía hacia donde íbamos a ir, en realidad sabía. Pero los planes habían cambiado a últimamente, dejándome sin saber dónde me llevaría. Por lo tanto me puse algo cómodo pero lindo. Estaba cerrando mi mochila de mano cuando tocan la bocina, era él. Salí, le grité a mi madre que vendría un poco tarde y me fuí. Ahí estaba él apoyado en su auto con una sonrisa en su rostro.
—Wow, te vez bellísima.
—Jajaja muchas gracias, tu igual. — Le contesté un poco sonrojada.
Al instante me abrió la puerta del auto como todo un caballero para luego cerrarla y subirse el.
—Bien, espero que te guste es uno de mis lugares preferidos.
No podía parar de mirarlo simplemente se me hacía muy lindo y tan atento.
Es cuando realmente sientes paz al estar con alguien, solamente asentí mientras sonreía.
Pasaron algunos cuantos minutos en los cuales hablábamos de cosas tribales, mientras nos reíamos de alguna que otra historia de parte de Patrick.—Bien llegamos, este es mi lugar, ahora nuestro lugar.
—No puede ser — Dije.
—¿Qué ? ¿No te gusta? Podemos ir a...
—Me encanta. ¡Amo las ferias! Y más las atracciones.
Notaba cómo soltaba un suspiro de alivio y al instante sonreía.
Fuimos a unas cuantas atracciones, nos tomábamos fotos y comíamos copos de azúcar. Llegamos a un juego para ganarnos un oso de peluche.—¡Sabía que lo iba a ganar! Jajajajaj.
—No es justo tu eres más alto, ¡eso no es válido!
—Claro, eso no tiene nada que ver pequeño elfo — Me reía mientras ponía mis ojos en blanco.
—Igual lo gané para ti. — Agarré el oso mientras lo abrazaba y le repartía besos por todo el rostro diciéndole muchas veces la palabra "Gracias".
Luego de ir a un restaurante dentro del parque para comer algo decidimos cerrar el día subiéndonos a la gigante rueda de la fortuna que había allí mismo.
Compramos nuestros boletos para poder subir y luego de unos minutos haciendo la fila ya era nuestro turno. Esta rueda de la fortuna tenía de diferente la cápsula, ya que no ibas sentado si no que parado, un lugar como para cuatro personas en las cuales sólo iban dos, en este caso Patrick y yo.—Es hermosa la vista. —Dije mientras observaba todas las luces de la ciudad como si fueran pequeñas luciérnagas.
—Si, pero no más que tú.
Mi corazón se había parado por un mini segundo, acaso ¿había escuchado bien? ¿O mi mente me estaba haciendo una mala pasada?
Cuando voltee a verlo, él estaba a unos pocos centímetros de distancia de mi.
Se acercó de apoco para luego agarrarme el rostro y decirme—En serio eres hermosa, no sabes cuánto vales, me gusta verte sonreír y más que el motivo de la risa sean mis espectaculares chistes. — Decía con un toque de ironía. Yo solamente pude sonreír como hace mucho no lo hacía.
—Hace mucho que quería hacer esto... — Mi corazón iba a mil no podía dejar de sentirme nerviosa.
Sin pensarlo nuestros labios se habían juntado, sus labios eran tan suaves, encajaban perfectamente.
Yo posicione mis manos detrás de su cuello mientras masajeaba su cabello, nuestros labios se movían al compás, pero por falta de aire nos tuvimos que separar. Nos quedamos viendo mientras juntábamos nuestras frentes.—Te quiero. — Dije, sin saber si ya la había de algún modo... arruinado.
—Yo también, no sabes cuánto. —Terminó de decir mientras me abrazaba.
Luego de terminada la vuelta, nos bajamos y fuimos hacia el auto. La vuelta se hizo mucho más cálida que la ida. Al llegar a mi casa el me toma por sorpresa y me roba un beso, el cual me hace soltar una pequeña risa.
—Nos vemos ¿no?
—Claro que si, vendré a buscarte diariamente para llevarte al instituto, ¿te parece bien?
—Si, me parece muy bien. — Me baje y lo salude con la mano para así meterme a mi casa.
Había sido un día genial sin dudas.
Si les está gustando la historia no olviden
V o t a r y c o m e n t a r ✨
ESTÁS LEYENDO
Huracán adolescente (REESCRIBIENDO)
Novela JuvenilGrecia, una adolescente como cualquier otra. Al menos eso es lo que quiere creer, pero no es así. ¿Será por todas las agresiones que sufre a diario o por el poco cariño de su familia? En el último año de instituto sus más oscuros secretos, junto...