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Cap. 12: Tensiones.

- ¿No hay un saludo para mi Inuyasha? – preguntó sonriendo Sesshomaru mientras avanzaba hacia el aludido.

- ¿Qué haces aquí?, hasta donde sabia estabas en Francia…

- Ese era el plan, pero decidí postergarlo y venir a visitar a mi querido primo que revivió de entre los muertos

Con mucho esfuerzo Inuyasha reprimió el golpe que quería estamparle en el rostro y así borrarle su burlona sonrisa. ¿Qué demonios hacia allí Sesshomaru?, miró a Kagome quien estaba de pie en las escaleras, tan o más tensa que él mismo.

- Ella debe de ser la nueva duquesa de Lancaster, quedé sorprendido cuando lo supe – se acercó a Kagome pasando por el lado de Inuyasha, este tomó su mano sin su consentimiento y le dio un beso más largo de lo permitido.

- Voy a estar en mi cuarto… - musitó Kagome en cuanto soltó su mano de la de Sesshomaru.

- Que considerada, pero no tienen que preocuparse por mí, yo sólo vine a saludar a mi primo, voy a bajar al pueblo, que tengan una buena tarde… - se despidió antes de salir por la puerta principal.

- Inuyasha… - lo llamó Kagome.

Se le veía bastante rígido, tenía las manos apretadas a los costados, con los nudillos blancos por la tensión.

- Ahora no Kagome… - sin siquiera mirarla salió disparado hacia otro lado.

- ¿Qué le pasa a mi hijo? – la madre de Inuyasha apareció por el pasillo por que el que su hijo se marchara.

- Sesshomaru ésta aquí, creo que no le sentó muy bien su visita…

- Ese par de muchachos tercos, nunca se han llevado bien… - Izayoi enganchó su brazo al de Kagome y se la llevó hacia un salón mientras continuaba hablando – Siempre han tenido una rivalidad absurda, Sesshomaru, a pesar de que lo aprecio, sé que nunca se ha conformado con las disposiciones de la herencia e Inuyasha, bueno, él no estaba dispuesto a soportar los insultos de él, trataba de evitar problemas, pero había ocasiones en que eran más grandes que su paciencia.

- Ahora que dice eso, ¿por qué Sesshomaru no podía heredar el ducado?

Una bandeja con té y pastelillos les fue llevada a ambas, Izayoi era buena conversando y le respondía las preguntas a Kagome, y ahora ella tenía un par.

- A pesar de que se supone que es el siguiente en la línea sucesoria, no sería el heredero del ducado – explicó Izayoi – Todo se debe al padre de mi Inu Taisho, el anciano pertenecía a la corte real del rey, fue de sus hombres de confianza y gracias a eso, logró que el ducado perteneciera a su hijo primogénito y a toda su línea sucesora, sin que jamás llegara a las manos de Sesshomaru…

- ¿Tanto lo odiaba?

- Fue un castigo por traicionar al rey y a la familia – Kagome la miró entre asombrada y un poco confundida – Lo que sucedió fue que mientras Sesshomaru estaba en el ejercito, se escucharon rumores de que él estaba pasando información a los ejércitos enemigos

- ¿Era cierto?

- Sí, el rey se los comunicó al abuelo de Inuyasha, antes de hacer algo y sólo porque era un gran amigo suyo, es por ello que Sesshomaru no puede acceder al ducado

- Un poco increíble…

- Pero real, son secretos de familia, nunca nada de estas palabras se ha mencionado fuera de la familia…

- Yo no diré ni una palabra…

- Eso lo sé de sobra Kagome – sonrió la mujer – Ahora si te dejo, voy a encargarme de un par de cosas, nos vemos hasta la cena…