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Cap. 17: Heredero Lancaster.

Después del ataque a Inuyasha nada más sospechoso ocurrió. Todo daba muestras a que había sido un simple acto vandálico contra el duque, que lo más probable era que no se repitiera. Más sin embargo, a pesar de que todos estaban convencidos de aquello, Kagome no estaba tan segura. Ella podía notar que Inuyasha estaba en permanente tensión que recibía visitas a tardías horas de la noche que se demoraban menos de cinco minutos. Aún así no le comentaba nada, sabía que tenía suficiente en la cabeza.

- Kagome, estoy lista para nuestra cita con la modista… - dijo la madre de Inuyasha mientras bajaba las escaleras hasta el vestíbulo de la casa.

- El carruaje está listo para las damas… - dijo Totosai mientras abría la puerta para ambas.

- ¿Mi hijo dónde se encuentra?

- Está con el conde de Aberdeen en su estudio…

- ¿Miroku está en la ciudad? – Preguntó Izayoi – Pensé que estaría ocupándose de su esposa.

- No lo sé su excelencia…

- No esperaba que lo supieras – se rió Izayoi dándole una palmadita en la espalda – Avísale a mi hijo que estamos con la modista, pero que esté listo para la fiesta en Almack's de esta noche…

- Como diga su señorita, que pasen una buena tarde

- ¿Crees que el nacimiento del bebé se adelantara? – Preguntó Izayoi cuando atravesaban de Londres en el carruaje Lancaster.

- No lo creo, Miroku no se separaría de Sango si el bebé ya hubiera nacido – dijo Kagome a lo que Izayoi asintió – Tal vez sea algo de suma importancia, lo que lo haya traído a Londres…

- Es lo más probable – estuvo de acuerdo la mujer – Bueno, está será tú primer baile en el Almack's, la temporada pasado no llegaste para el evento… ¿Estás entusiasmada?

- ¿Debería? – Preguntó con una sonrisa – Las que deben estar emocionadas deben ser las debutantes, al fin y al cabo es allí donde harán su puesta en largo

- Bueno yo estaría un tanto emocionada – sonrió Izayoi – ¿Por dónde se metió el cochero? – comentó unos segundos después mientras miraba por la ventana.

- ¿Un atajo tal vez?

- No sé… ¡Oiga Wilhem! – Golpeó la ventanilla que comunicaba con el cochero - ¿A dónde se dirige?

- No sé alarme su excelencia, pero creo que nos están siguiendo, estoy tratando de perder el coche marrón que viene tras nosotros

Ante las palabras del cochero, ambas mujeres miraron por la ventana trasera y efectivamente venía un coche con esa descripción, a varios metros del de ellas.

- ¿Está seguro que nos siguen? – preguntó Kagome un tanto alarmada.

- No lo sé, pero al menos ya llegamos a la tienda – dijo el hombre aparcando el coche en un pequeño espacio que quedaba frente a la tienda. El lacayo quelas acompañaba, abrió la puerta y bajo a Izayoi para luego ayudarla a ella.

- Kagome, vamos adentro…

Kagome asintió, pero no sin antes lanzar una disimulada mirada al coche que los seguía. El cochero siguió de largo sin inmutarse y sin siquiera mirarlas o dar avisos de que las siguiera, pero de igual manera se le hacía sospechoso que estuviera cubierto hasta las narices cuando el clima era tan sofocante.

- Kagome…

- Voy… - sonrió y atravesó las puertas de la tienda.

- Les enviaré todo cuando terminé de hacer los arreglos que me solicitaron – dijo la modista encantada con la venta del día - ¿Desean ver algo más?