Fruncí el ceño. ¿Esperando abajo? No sabía lo que me estaba intentando decir. Sin embargo, él sí que pareció haberme leído el pensamiento:- Allá abajo también esperan todos. Esperan a que ocurra algo importante, algo bueno. Puede que no esperen sentados, pero esperan. ¿Qué más dará dónde espere yo? Aquí arriba por lo menos, hay estrellas que me hacen compañía.
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El niño de la luna
Nouvelles- ¿Y cómo has llegado hasta aquí arriba? - Igual que tú, flotando y elevándome. - ¿En globo? - En muchos globos, cada uno de un color diferente.