5

3.1K 129 3
                                        




En ese momento yo era un globo perdido, que, sin embargo, parecía guiarse por las propias estrellas y escuchar mis peticiones, porque cada vez se acercaba más y más al pequeño satélite. Y a su pequeño y solitario habitante.

Un niño de pelo corto vestido con una camisa blanca y unos tejanos sujetos a ella por unos tirantes elásticos, los cuales llevaba remangados hasta las rodillas y los codos, miraba entre las nubes, hacia el horizonte, con la mirada concentrada y soñadora al mismo tiempo. Parecía estar relajado, tumbado tranquilo en lo que quedaba de luna y con una caña de pescar en sus manos y los pies completamente desnudos.

El niño de la lunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora