Me aparté de la ventana de mi cuarto y bajé las escaleras con sigilo, tratando de no despertar a mis padres. Recorrí el pasillo de la entrada, y sin pensármelo ni una sola vez, abrí la puerta y salí a la intemperie refugiada tan solo bajo mi pijama blanco de rayas azules.
La pequeña bola blanca grisácea que en ese momento parecía más la sonrisa del cielo, mostraba de nuevo una pequeña figura colgando de su punta baja. Llené mis pulmones de aquel aire gélido, y queriendo averiguar lo que le pasaba a esa luna, caminé hasta llegar a la plaza. Fue entonces cuando lo vi.
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El niño de la luna
Short Story- ¿Y cómo has llegado hasta aquí arriba? - Igual que tú, flotando y elevándome. - ¿En globo? - En muchos globos, cada uno de un color diferente.
